El efecto "perverso" del urbanizador
La aprobaci¨®n, en las Cortes Valencianas, de la Ley Reguladora de la Actividad Urban¨ªstica (LRAU), supuso la creaci¨®n de una figura desconocida hasta el ese momento: el urbanizador. Para facilitar el desarrollo del entramado urbano y evitar el bloqueo con la acostumbrada existencia de grandes ¨¢reas v¨ªrgenes rodeadas de construcciones, la normativa establece que cualquier empresa especializada, sea propietaria o no de los terrenos, puede proponer planes de actuaci¨®n con plazo limitado de desarrollo. Los propietarios del suelo tienen derecho de adjudicaci¨®n preferente y prioridad en ejecutar la urbanizaci¨®n con la constituci¨®n de una agrupaci¨®n de inter¨¦s urban¨ªstico, pero en caso de imposibilidad est¨¢n forzados a negociar con el urbanizador para dar paso a las m¨¢quinas. La f¨®rmula, de plausible filosof¨ªa y en un principio ideada para frenar la especulaci¨®n urban¨ªstica (cuanto m¨¢s constre?ida est¨¦ una ciudad m¨¢s se cotizan en el mercado las parcelas libres), lleva camino de conseguir el efecto contrario dada la perversa interpretaci¨®n de empresarios y pol¨ªticos. Las empresas urbanizadoras se han lanzado a la carrera por conseguir la adjudicaci¨®n de planes de desarrollo, en un intento de acaparar el suelo urbanizable y situarse para controlar el mercado cuando la demanda aconseje edificar. La ley aconseja, eso s¨ª, diversificar las concesiones para evitar situaciones de monopolio, a las que tienden las firmas poderosas, aunque eso no ha sido ¨®bice para que las administraciones locales se hayan inclinado por la planificaci¨®n de su territorio a gran escala, con la aprobaci¨®n de planes que abarcan millones de metros cuadrados, como ha ocurrido con toda la zona virgen de edificaciones que quedaba en la playa de San Juan de Alicante, en manos ahora de dos urbanizadoras: Hansa Urbana y Litoral Mediterr¨¢neo II. Todo indica que la intenci¨®n no es otra que acaparar suelo, porque la demanda actual en el sector inmobiliario no justifica el volumen de planes urban¨ªsticos tramitados. En a?os de bonanza econ¨®mica, el n¨²mero m¨¢ximo de licencias de obra tramitadas ha sido de 3.000 viviendas. En el mejor de los casos, ese dato significar¨ªa tener cubierta la demanda para la pr¨®xima d¨¦cada, pero los analistas coinciden en que la coyuntura econ¨®mica es c¨ªclica, y nunca tan duradera. Pese a todo, el Ayuntamiento ha anunciado que en septiembre comenzar¨¢n los trabajos t¨¦cnicos para modificar el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana, con intenci¨®n de liberar decenas de millones de metros al sur y al oeste de la ciudad.
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