Auge y ocaso del imperio Pascual
Pascual Hermanos afronta, de la mano de la multinacional Dole Food, su propietaria desde hace dos a?os, un proceso de reestructuraci¨®n. El que fuera considerado a principios de los a?os 80 uno de los mayores imperios hortofrut¨ªcolas de Europa, reorienta en estos d¨ªas su producci¨®n de los c¨ªtricos a las hortalizas, y sus centros de trabajo de la Comunidad Valenciana a Murcia. Los hermanos Pascual, siguiendo los pasos de su padre, un comerciante de naranjas, se iniciaron en los a?os 50 en el negocio de la exportaci¨®n de c¨ªtricos. El ¨¦xito de sus primeros escarceos en el sector animaron a tres de los hermanos -Vicente, Jos¨¦ Mar¨ªa y Antonio- a fundar en Pego (Alicante) Pascual Hermanos. A finales de los a?os 80 el lucrativo negocio naranjero hab¨ªa catapultado a esta compa?¨ªa de origen familiar a los primeros puestos del r¨¢nking de exportadores espa?oles. La compa?¨ªa pose¨ªa entonces una extensa red comercial en los pa¨ªses importadores de fruta espa?ola. Pascual contaba entonces con cerca de 40 filiales dedicadas a la distribuci¨®n repartidas por toda Europa y una veintena de sociedades en Espa?a. Los negocios de los hermanos Pascual abarcaban desde la comercializaci¨®n de frutas y hortalizas, hasta la importaci¨®n de frutas ex¨®ticas. Tambi¨¦n ten¨ªan intereses en la industria del embalaje, las conservas agroalimentarias y en sectores tan dispares como las carretillas elevadoras o el sector del transporte a¨¦reo. A la vez que la facturaci¨®n crec¨ªa -en 1986 el grupo facturaba 20.000 millones de pesetas-, el negocio se tornaba m¨¢s complejo y las necesidades de financiaci¨®n eran m¨¢s exigentes, de ah¨ª la decisi¨®n de sus propietarios de sacar a bolsa una parte del capital, aconsejados por la sociedad financiera JP Morgan. Jos¨¦ Mar¨ªa Pascual se reserv¨® entonces casi un 49% del capital, despu¨¦s que sus hermanos vendieran toda o parte de su participaci¨®n. Se especul¨® sobre las razones de este abandono, que Jos¨¦ Mar¨ªa atribuy¨® a la fatiga de sus hermanos. La colocaci¨®n, cerca de un 20% del capital social de Pascual, fue un ¨¦xito, as¨ª como la fusi¨®n de la veintena de filiales espa?olas de la compa?¨ªa hortofrut¨ªcola. Cofir se convierte en accionista de Pascual durante un tiempo breve, ya que unos meses desp¨²es vende su participaci¨®n a Chiquita Brands, filial del gigante americano United Brands, dedicado, sobre todo, al negocio bananero. Curiosamente, la reestructuraci¨®n interna que vivi¨® Pascual a partir de 1987 marca el inicio de su declive. Un hecho ins¨®lito, el secuestro de Jos¨¦ Mar¨ªa Pascual, un hecho plagado de enigmas, aleja, una vez liberado, al industrial de Espa?a. Las p¨¦rdidas de cosecha, la competencia de otros pa¨ªses, el propio coste de la reestructuraci¨®n y una peseta fuerte colocan a la empresa en n¨²meros rojos en 1989. En 1991, Jos¨¦ Mar¨ªa Pascual, titular del 40% del capital entrega la gerencia de la compa?¨ªa a Chiquita Brands por imposici¨®n de los bancos, temerosos de que la sociedad no pudiera hacer frente a sus deudas. Es en esa ¨¦poca cuando se incorporan al accionariado gestoras de fondos internacionales con participaciones minoritarias. En los cuatro a?os siguientes, Pascual no logra enderezar sus balances y en julio de 1995 se declara en suspensi¨®n de pagos con unas deudas superiores a los 6.000 millones de pesetas. Chiquita Brands, con un 15% de las acciones, deja a Pascual Hermanos a su suerte y manifiesta su inter¨¦s por vender su participaci¨®n. En oto?o de ese mismo a?o, otra multinacional norteamericana, Dole Food, se interesa por la compa?¨ªa hortofrut¨ªcola. Exige como virtual comprador una reducci¨®n de trabajadores, as¨ª como una quita del 70% de la deuda de la compa?¨ªa, condiciones que son finalmente atendidas y que culminan con la toma del 91% de Pascual en abril de 1996. Ahora, Dole ha elaborado otro plan de reestructuraci¨®n con el que pretende enjugar las p¨¦rdidas de la compa?¨ªa.
Adi¨®s a la marca
Los planes de Dole son reducir a la mitad las operaciones de Pascual con c¨ªtricos, producto principal de la compa?¨ªa desde su creaci¨®n; as¨ª como reforzar la producci¨®n de hortalizas -tomates y lechuga-. Este prop¨®sito explica el anuncio de Dole de cerrar el almac¨¦n de Almenara y el m¨¢s peque?o (4.000 metros cuadrados) de los dos que tiene en la localidad de Sueca, dedicados a la explotaci¨®n de c¨ªtricos. Los env¨ªos de clementinas a EE UU han tenido un impacto negativo en los resultados de la compa?¨ªa. La clausura del centro de Almenara ha llevado a la firma a presentar un expediente de trabajo, que supondr¨¢ el despido de 230 empleados y el traslado de otros 30 al resto de centros. Dole ha anunciado adem¨¢s unas inversiones de 2.279 millones de pesetas que se distribuir¨¢n entre los a?os 1998 y 2000. El grueso del dinero se destinar¨¢ a la creaci¨®n de nuevos invernaderos y extensiones de regad¨ªo, la mayor¨ªa en Murcia. "Se ampliar¨¢ la gama de productos, que se adecuar¨¢n a las nuevas exigencias del mercado", apunta Pascual en un comunicado enviado a la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores. Aunque no es una decisi¨®n cerrada, los propietarios de Pascual trasladar¨¢n su centro administrativo a Murcia capital, aunque aseguran que la sede social permanecer¨¢ en la Comunidad Valenciana, presumiblemente en su centro de Carcaixent. Los planes de la compa?¨ªa para las naves de Almenara y Sueca son alquilarlas o venderlas. La extensa red de distribuci¨®n que pose¨ªa Pascual Hermanos en Europa est¨¢ liquidada o absorbida por Dole. La estrategia comercial pasa por concentrar sus ventas en las grandes superficies y por recuperar antiguos clientes. Por ¨²ltimo, los directivos tienen pr¨¢cticamente decidida la eliminaci¨®n de la marca Pascual o, en el mejor de los casos, a?adirla a la de Dole. A pesar de los esfuerzos, Pascual ha concluido el primer trimestre de este a?o con unas p¨¦rdidas consolidadas de 90 millones de pesetas, aunque el objetivo es equilibrar el balance a finales de este a?o y entrar en beneficios en el a?o 1999.
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