Espa?a recupera el trono sub 21

Agarrada desde la salida al 1-0, gol de Iv¨¢n P¨¦rez, Espa?a ha ido eliminando adversarios hasta atrapar la meta y coronarse campeona de Europa en la categor¨ªa sub21, un t¨ªtulo que ya conquist¨® en 1986 en Valladolid y que perdi¨® en la pasada edici¨®n frente a Italia en Barcelona.La ficha de los tres partidos de la fase final ha sido id¨¦ntica. Rusia, Noruega y ayer Grecia claudicaron de la misma manera ante los espa?oles, que han reunido una nueva generaci¨®n de buenos futbolistas. El saber estar y el oficio le valieron para tumbar a un rival sorprendente por sus triunfos ante Alemania y Holanda. Grecia estuvo ayer igual de desafiante. Le perdi¨® un error de su portero y le conden¨® su falta de acierto en ataque.

Las finales, por norma, atienden m¨¢s a las credenciales que a los momentos de juego, y, en este sentido, Espa?a impuso su solvencia y experiencia con el mismo despecho que, por ejemplo, Alemania transita por los Mundiale absolutos. Es la ley del f¨²tbol. No hay margen para el fallo.

El grupo de Saez supo madurar el partido, se creci¨® con el discurrir de la contienda y sentenci¨® a la primera. A la salida, se tom¨® un tiempo para el reconocimiento. Otra vez metieron mano los t¨¦cnicos sobre el colectivo cuando no parec¨ªa haber motivo, dada la solvencia con la que actuaron quienes firmaron el pase a la final.

Hab¨ªa mucha gente nueva en la cancha -Benjam¨ªn, Roger, Guerrero-, jugadores cambiados de puesto -Rekarte pas¨® a la banda derecha ante la ausencia de Michel Salgado y Jos¨¦ F¨¦lix Guerrero acompa?¨® a Garc¨ªa Calvo en la zaga-, y ausencias sorprendentes -como la de Guti- que obligaron a repintar el partido, a marcar otros m¨¢rgenes, a buscar nuevos puntos de referencia. El cuarto de hora que se tom¨® el equipo espa?ol para la reorganizaci¨®n dej¨® el partido a pies de Lymperopoulos, un futbolista exquisito que en cada encuentro dignifica la zamarra que lleva, el 10 reservado a los buenos jugadores. El volante ofensivo griego puso el cuero a espaldas de los centrales y le ofreci¨® el gol a Kostantinidis. El cruce de Roger, con la zurda por delante, evit¨® el gol y propici¨® el rearme espa?ol.

El f¨²tbol de asociaci¨®n del equipo de S¨¢ez oblig¨® al repliegue griego, un colectivo de gran envergadura, gustoso de jugar a la carrera, amante del f¨²tbol directo. Apoyados en una buena recuperaci¨®n del bal¨®n y guardando siempre la posici¨®n, los espa?oles tomaron el cuero, combinaron sin dificultad y domaron el choque desde la divisoria.

Pasada la l¨ªnea de medio campo, sin embargo, la oscuridad se trag¨® al equipo, demasiado est¨¢tico, parado, sin movimientos de desmarque, muy previsible. Nadie supo darle ritmo al partido, la pelota nunca tuvo una salida r¨¢pida y ech¨® en falta un futbolista determinante, un jugador capaz de jugar entre l¨ªneas, de generar espacios entre la maleza griega y ofrecer el pase terminal.

Valer¨®n jug¨® demasiado adelantado e Iv¨¢n P¨¦rez no tuvo acompa?amiento, dada la ausencia de volantes de corte ofensivo. Los griegos nunca se inquietaron. Muy resguardados, midieron muy bien sus salidas, as¨ª que cada bal¨®n que lleg¨® al marco de Arnau tuvo mucho veneno. Hasta dos penaltis reclamaron en dos entradas de Garc¨ªa Calvo como ¨²ltimo hombre.

Justo cuando el equipo de Ioannis acariciaba el gol, el portero Eleftheropoulos arruni¨® el esfuerzo de su equipo y aval¨® el trabajo espa?ol: Valer¨®n sac¨® un c¨®rner, el meta dobl¨® las manos e Iv¨¢n P¨¦rez meti¨® la cabeza. El gol tuvo el car¨¢cter decisivo de cualquier final.

Grecia tir¨® hacia arriba y tuvo una buena entrada por su banda derecha. Pero le falt¨® punter¨ªa.Desperdici¨® su caudal ofensivo en acciones propias de jugadores a los que les falta un punto para jugar en primera l¨ªnea. Los espa?oles, mejor dispuestos para el repliegue que para el despliegue, sobrevivieron entre sobresaltos, siempre bien resguardados por Arnau, que se gan¨® el trofe¨® al mejor jugador del choque.

La distinci¨®n se corresponde con el montaje que Saez y Clemente hicieron del encuentro. Los seleccionadores aseguraron un buen control defensivo del partido, conscientes de que un gol les garantizar¨ªa el triunfo. Iv¨¢n P¨¦rez, el hermano de Alfonso, se ofreci¨® de nuevo para rematar la faena del equipo espa?ol, invicto desde hace tres a?os en el torneo y deseoso de recuperar un t¨ªtulo que en la ¨²ltima edici¨®n se le escap¨® en su propia casa. La victoria avala la buena salud del f¨²tbol espa?ol y, al tiempo, supone un buen est¨ªmulo para la selecci¨®n absoluta en su camino hacia Francia-98.