?Porqu¨¦ a la izquierda no le gusta la reforma del IRPF?
El autor sostiene que la izquierda se equivoca al oponerse al nuevo enfoque del impuesto, porque ¨¦ste no afecta ya a los contribuyentes de mayores ingresos
El Gobierno del Partido Popular ha presentado un proyecto de reforma del IRPF que, en esencia, y en lo que aqu¨ª me interesa, consiste en la reducci¨®n de los tipos marginales m¨¢ximo y m¨ªnimo que gravan las rentas que tributan por este impuesto y en algunos otros cambios en las deducciones y en la gesti¨®n del impuesto que previsiblemente reducir¨¢n la presi¨®n fiscal por este impuesto.Los partidos de izquierda y las organizaciones sindicales rechazan esta reforma por motivos de equidad en el reparto de la carga tributaria. Al margen de argumentos relacionados con la inoportunidad por razones econ¨®micas y de compromisos con el euro, el argumento b¨¢sico para rechazar esa reforma es que constituye una "rebeli¨®n de los ricos" contra el impuesto. Un segundo argumento es que la reforma, en la medida que disminuye los ingresos por ese impuesto, constituye una amenaza para el mantenimiento del gasto social.
Probablemente este rechazo responde, en parte, a un l¨®gico c¨¢lculo pol¨ªtico de los partidos de la oposici¨®n dirigido a restar apoyo social al Gobierno. Pero tengo la impresi¨®n de que ese rechazo responde tambi¨¦n a posiciones doctrinales en materia tributaria que no se corresponden con la realidad actual de nuestro sistema fiscal.
La izquierda, a mi juicio, se equivoca en la elecci¨®n del frente de ataque a la reforma del IRPF propuesta por el Gobierno. Tengo la impresi¨®n de que en vez de estar dise?ando una estrategia de ataque contra una medida del rival, lo que est¨¢ construyendo la izquierda es una l¨ªnea de defensa propia alrededor de viejos dogmas tributarios que poco tienen que ver con la realidad actual del impuesto sobre la renta y con la equidad que, en cualquier caso, hay que defender para el sistema fiscal espa?ol en su conjunto.
El primer error de esta estrategia proviene de situar el debate sobre la equidad de los impuestos en Espa?a en el seno del actual IRPF. Los ricos, si los hubiere, que los hay, no est¨¢n en el IRPF. En la actualidad el 80% de toda la recaudaci¨®n por este impuesto procede de la renta del trabajo por cuenta ajena, sujeto a retenci¨®n en origen. El resto de las fuentes de renta (el trabajo por cuenta propia de los profesionales y aut¨®nomos, las actividades que declaran por m¨®dulos, las rentas del capital, los propietarios de recursos naturales) s¨®lo aportan el 20% de la recaudaci¨®n por el impuesto de renta. Por tanto, el IRPF no es lo que su nombre dice, un impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas, sino simplemente un impuesto sobre la renta del trabajo asalariado, sean salarios m¨¢s bajos o m¨¢s altos, pero salarios al fin.
Si la izquierda se empecina en situar la divisi¨®n entre ricos y pobres en Espa?a en el seno del IRPF se equivocar¨¢. Pero no se trata s¨®lo de una equivocaci¨®n intelectual, sino de un error estrat¨¦gico con consecuencias pol¨ªticas. Se estar¨¢ tirando piedras contra su propio tejado, porque la mayor parte de sus votantes y simpatizantes siguen siendo "personas f¨ªsicas" que tributan por el IRPF. Los ricos no tributan por este impuesto.
El segundo error que cometen es situar el debate sobre la progresividad del sistema fiscal espa?ol en los tipos marginales del IRPF. Si en el IRPF s¨®lo hay, b¨¢sicamente, rentas salariales, empecinarse en una progresividad marginal elevada significa castigar especialmente a las clases medias, que constituyen las bases sociales del centro pol¨ªtico. Y esto es volver a tirar piedras contra el propio tejado.
?Por qu¨¦ se considera que el 56% de tipo marginal sobre la renta del trabajo dependiente es una buena medida de la progresividad? ?Por qu¨¦ no el 63%, o el 53%, que es lo que hab¨ªa decidido el Gobierno socialista antes de aumentarlo por motivos de recaudaci¨®n y de equidad? ?Existe alg¨²n criterio sensato de equidad que nos permita fijar el l¨ªmite m¨¢ximo de la progresividad en el IRPF?
Yo pienso que existe un criterio claro y equitativo para fijar el tipo marginal m¨¢ximo. No es aceptable que del aumento de renta que obtiene un individuo como resultado de su propio esfuerzo alguien se lleve una proporci¨®n mayor que la que ¨¦l obtiene.
La equidad en la tributaci¨®n de las rentas del trabajo tiene que apoyarse en el criterio de que nadie puede llevarse m¨¢s proporci¨®n de la renta que el que hace el esfuerzo para obtenerlas. No como ahora, que el que hace el esfuerzo se lleva en el l¨ªmite el 44%, y el sector p¨²blico, que simplemente se aprovecha de ese esfuerzo, se lleva el 56%. La equidad exige que el que hace el esfuerzo se lleve al menos el 50%. Pienso que esto es lo equitativo y lo sensato. Y, por cierto, esto es lo que ha dicho en sentencia reciente el Tribunal Constitucional alem¨¢n.
Los tipos marginales elevados en el impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas han sido el factor que ha expulsado a los ricos del impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas y ha contribuido a la p¨¦rdida de flexibilidad y ca¨ªda de ingresos que se viene observando en este impuesto en los ¨²ltimos a?os. Dec¨ªa Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez que ¨¦l ya no ten¨ªa amigos que fuesen personas f¨ªsicas, que todos se hab¨ªan transformado en personas jur¨ªdicas.
Un conocido empresario, honesto con sus responsabilidades tributarias, pero l¨®gicamente interesado en el uso racional de las econom¨ªas fiscales que le permite nuestro sistema fiscal, me dec¨ªa hace poco: te veo preocupado por el IRPF, pero "¨¦se no es mi impuesto". ?sa es la realidad espa?ola. El actual sistema fiscal permite a los ricos salir del IRPF. En el impuesto s¨®lo se han quedado los que no tienen otra alternativa. Y ¨¦stos, en su mayor¨ªa, son los que obtienen sus rentas de trabajo asalariado.
La izquierda tiene que redefinir su estrategia respecto al sistema fiscal y de la progresividad del IRPF. El tipo marginal efectivo en sociedades no llega al 19%. Y lo mismo sucede con la presi¨®n fiscal efectiva de los que tributan en el IRPF por rentas del trabajo personal, aut¨®nomos y por rentas del capital. Ah¨ª es donde hay que situar el debate sobre la equidad y los ingresos adicionales que hagan que la reforma del IRPF no ponga en peligro el mantenimiento de los gastos sociales. Lo dem¨¢s es tirar piedras contra el propio tejado y hacer el juego a los "ricos", que ya est¨¢n muy contentos de que el debate sobre la equidad y la progresividad se sit¨²e en el seno de las rentas del trabajo asalariado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.