Rompan filas

Aunque haya pasado inadvertido, el s¨¢bado d¨ªa 30, festividad de san Fernando Rey, se celebr¨® en toda Espa?a el D¨ªa de las Fuerzas Armadas. Seg¨²n las informaciones disponibles, la jornada de puertas abiertas dispuesta con ese motivo en los acuartelamientos y bases de los tres ej¨¦rcitos ha tenido escasa aceptaci¨®n por parte del p¨²blico. Y apenas algunos art¨ªculos y declaraciones muy meritorias aparecidas en la prensa del fin de semana han servido para dejar constancia de esta fecha. Parece como si se hubiera dado con sigilo un paso m¨¢s en el tr¨¢nsito hacia la irrelevancia de las Fuerzas Armadas.Todo esto sucede cuando concluyen los trabajos de la Comisi¨®n Mixta Congreso-Senado en torno a su plena profesionalizaci¨®n, cuyo dictamen fue aprobado en el Pleno del Congreso del pasado jueves d¨ªa 28 con los votos del grupo parlamentario del PP y sus socios de los grupos de CiU, PNV y CC, pero sin los del principal grupo de la oposici¨®n, el PSOE, lo cual quiebra un proceso de consenso en materia tan fundamental como es la seguridad, la defensa y las Fuerzas Armadas. En el programa electoral del PP tan s¨®lo se habla sin compromiso temporal alguno de "introducir una profesionalizaci¨®n gradual" de modo que "las Fuerzas Armadas espa?olas deber¨¢n tender a la progresiva profesionalizaci¨®n del componente de tropa". La apuesta por la que ahora se viene batiendo con tanto denuedo el PP es un af¨¢n sobrevenido en las negociaciones previas que el PP sostuvo con el grupo de CiU para obtener los votos de sus diputados en apoyo de la investidura del candidato Aznar. En su programa electoral CiU optaba "por la supresi¨®n de la prestaci¨®n del servicio militar obligatorio a lo largo de la legislatura, sustituy¨¦ndolo por un sistema de servicio militar voluntario en el marco de un ej¨¦rcito profesionalizado". Ese mismo programa de CiU, en tanto se consegu¨ªa la profesionalizaci¨®n y se manten¨ªa el actual modelo mixto, preconizaba entre otras medidas "la reducci¨®n del tiempo de prestaci¨®n del servicio al tiempo de instrucci¨®n" y "la promoci¨®n de la objeci¨®n de conciencia por medio de campa?as informativas y de la mejora de las condiciones de desarrollo de la prestaci¨®n social sustitutoria".

Lo que s¨ª figuraba en el programa electoral del PP era una arriesgada propuesta de reducci¨®n de la mili a seis meses, por debajo del tiempo m¨ªnimo de ocho meses que el propio PP consideraba ¨²til en relaci¨®n con la defensa de Espa?a, seg¨²n determinaba el texto presentado como complementario al dictamen de la Comisi¨®n Mixta sobre el modelo de Fuerzas Armadas. Dictamen que fue adoptado el 27 de junio de 1991 en un pleno donde registr¨® 240 votos, de los cuales 206 fueron a favor, emitidos por el PSOE, el PP y grupos adyacentes; 25 en contra, de IU y Grupo Mixto, y 9 abstenciones. Obs¨¦rvese la diferencia pol¨ªtica siete a?os despu¨¦s en un asunto de Estado, como lo es sin duda ¨¦ste del modelo de Fuerzas Armadas. Se refleja bien en la votaci¨®n del jueves pasado a prop¨®sito del nuevo dictamen de la nueva Comisi¨®n Mixta: 167 votos a favor, aportados por el grupo del PP, de CiU, de PNV y de CC, y 140 en contra, de PSOE, IU y Grupo Mixto.

El deterioro o la evaporaci¨®n del consenso en esta materia es muy preocupante y dice mucho del retroceso de algunas variables fundamentales en medio de tantas y tan cantadas prosperidades. Como escribi¨® un amigo periodista en estas p¨¢ginas de EL PA?S, "por la prosperidad hacia la discordia". Mientras tanto, del tan referido dictamen han desaparecido las cifras econ¨®micas porque CiU ha preferido eliminar todo compromiso presupuestario. Este proceder espa?ol ha sido muy particular, como ha podido advertirse por comparaci¨®n en los II Encuentros Estrat¨¦gicos Franco-Espa?oles, organizados por l"Institut de Relations Internationales et Strategiques (IRIS) y el Instituto de Cuestiones Internacionales y Pol¨ªtica Exterior (INCIPE). En Francia estos asuntos han suscitado un debate nacional del que aqu¨ª hemos estado ayunos. La argumentaci¨®n de la defensa como tarea de todos y del servicio militar obligatorio como garant¨ªa de la conexi¨®n entre la sociedad y los ej¨¦rcitos ha sido abandonada con sigilo.

Ahora la confianza se deposita en la capacidad tecnol¨®gica de los sistemas de armas y en la profesionalidad de quienes las empu?an. Pero desde hace tiempo los cuadros de mando se hab¨ªan convertido en fervientes partidarios de la profesionalizaci¨®n de los efectivos de tropa y mariner¨ªa. Continuar¨¢.