Guinea dicta 15 penas de muerte contra los bubis acusados en el macroproceso de Malabo

El tribunal que juzg¨® la semana pasada en Malabo en consejo de guerra sumar¨ªsimo a 117 personas de la etnia bubi, dict¨® ayer sus sentencias. Quince penas de muerte; veintis¨¦is de 26 a?os de reclusi¨®n mayor; diecinueve de 12 a?os y 11 de seis a?os. Los cuatro espa?oles de origen guineano quedan en libertad. Mart¨ªn Puye, uno de los jefes del Movimiento para la Autodeterminaci¨®n de la Isla de Bioko (MAIB), considerado por el r¨¦gimen el l¨ªder pol¨ªtico de la rebeli¨®n del 21 de enero, ha esquivado el pelot¨®n de fusilamiento. ?No se han atrevido?, dijo un portavoz del MAIB. A cambio cumplir¨¢ 26 a?os.

?Es una barbaridad, pero era previsible?, asegur¨® ayer una fuente del Ministerio de Exteriores espa?ol. ?Vamos a poner en marcha una bater¨ªa de iniciativas para lograr clemencia?. El propio ministro, Abel Matutes, envi¨® ayer una carta a su hom¨®logo de Guinea Ecuatorial, Miguel Oyono, en la que le dice que la magnanimidad ?ser¨ªa particularmente oportuna por razones humanitarias y de credibilidad en las reformas?.En medios de la oposici¨®n guineana, la sentencia no ha causado tanta sorpresa. ?Era de esperar. Siempre he sostenido que habr¨ªa m¨¢s de 10 penas de muerte?, afirma Celestino Bakale, responsable de relaciones internacionales de Convergencia Popular para la Democracia Social (CPDS), uno de los principales partidos de la oposici¨®n democr¨¢tica. ?Mi impresi¨®n ahora es que no se ejecutar¨¢n?, a?ade. ?Es lo de siempre, sentencias duras para demostrar la independencia del poder judicial y perd¨®n presidencial para reforzar el r¨¦gimen?.

?sa no es la lectura que hace la fuente de Exteriores. ?Habr¨¢ ejecuciones. Sin duda. Tal vez cuatro o cinco. Los candidatos son los que se declararon culpables de las (cinco) muertes (del 21 de enero) en los interrogatorios policiales y los dos nigerianos?, acusados de ser los instructores de la supuesta incipiente guerrilla bubi.

?(El presidente Teodoro) Obiang tiene que dar un escarmiento y fortalecer su posici¨®n?, asegura Adolfo Fern¨¢ndez Marug¨¢n, presidente de la Asociaci¨®n para la Solidaridad Democr¨¢tica de Guinea Ecuatorial, conocedor de los alambicados mecanismos de decisi¨®n en la ex colonia espa?ola. ?Las ejecuciones pretender¨¢n ser una demostraci¨®n de fuerza, un castigo ejemplar, pero no es ¨¦sa mi lectura. Hay algo de debilidad en el gesto?.

Quedan, te¨®ricamente en libertad, 43 de los 117 procesados, entre ellos los espa?oles Jos¨¦ Luis Aran, Alejandro Choni, Juan de Dios Ripeu y Francisco Bioch¨®. Otros 18 detenidos permanecen en una especie de limbo judicial, pues ni tan siquiera estaban en el sumario. Nadie sabe qu¨¦ ser¨¢ de ellos. Son presos extrajudiciales. Este ex enviado especial de EL PA?S (expulsado de Malabo el domingo) intent¨® ayer ponerse en contacto telef¨®nico con el ministro de Informaci¨®n, Lucas Nguema, o con el de Exteriores, sin resultado alguno. No hay versi¨®n oficial.

El caso de Mart¨ªn Puye

El caso de Mart¨ªn Puye y de otros dos miembros de la direcci¨®n del MAIB es muy significativo. El fiscal pidi¨® para ellos pena de muerte al considerarlos ide¨®logos de la revuelta. ?Las palabras de Puye ante el tribunal, sin duda, han surtido un efecto?, aseguran en sectores de la oposici¨®n al r¨¦gimen, exiliada en Madrid. En pie, delante de los cinco militares que lo juzgaban, Mart¨ªn Puye, comenz¨® a hablar el viernes con voz grave: ?Si tengo que morir, morir¨¦, como murieron antes otros. Ser¨¦ una herramienta de los que vengan detr¨¢s. Hoy hablan de Puye, ma?ana hablar¨¢n de otros?.El tribunal escuchaba empeque?ecido, mir¨¢ndole a la cara, sin cortarle en momento alguno el uso de la palabra. Con respeto. La sala se hallaba sumida en silencio. ?Los militares ejercen la autoridad, en cambio Mart¨ªn Puye la tiene?, dijo un hombre presente en el destartalado cine Marfil, el mismo en el que se conden¨® a muerte en 1979 al ex dictador Francisco Mac¨ªas, ejecutado poco despu¨¦s por la guardia marroqu¨ª de Obiang.

?A Puye no le pod¨ªan condenar a muerte, porque ¨¦l no ha hecho nada. No estaba mezclado en los sucesos del 21 de enero. De todos modos, es una salvajada que le impongan 24 a?os?, asegura Celestino Bakale. La tesis m¨¢s extendida entre los guine¨®logos es que en pocos meses, la mayor¨ªa de los condenados ser¨¢n puestos en libertad. En el caso de Puye, el destino podr¨ªa ser el exilio interior (isla de Annob¨®n) o el exterior (Espa?a). La fuente de Exteriores cree que le ha salvado, en parte, la notoriedad exterior lograda durante el juicio y su peso entre la comunidad bubi en la isla de Bioko.