Liria: ?El ¨²ltimo toro ha tenido la emoci¨®n de todo el encierro junto?
Hubo que esperar al final. Se barruntaban toros ¨¢speros , como corresponde a la tradici¨®n y pide el cuerpo despu¨¦s de casi tres decenas de corridas, y salieron ?de los otros, de los nobles?, en expresi¨®n de Jesul¨ªn. ?En general, ha faltado emoci¨®n. Los toros iban bien, pero no transmit¨ªan?, apunta Pep¨ªn Liria. El de Ubrique insiste: ?Ha sido un encierro muy toreable. Han desarrolllado clase, bondad... Vamos, que yo me apunto a muchos iguales?. Pero en esto lleg¨® el sexto. Entonces el tono cansino cambia. ?El ¨²ltimo ha tenido la emoci¨®n que todos los toros juntos?, afirma Liria. ?Ten¨ªa el genio del encaste?, le sigue Jesul¨ªn. Por fin, los dos a una voz: ?Transmiti¨®?.El murciano capt¨® la onda y le reban¨® una oreja. ?Era un manso terrible con much¨ªsimas dificultades. Hab¨ªa que ponerse ah¨ª y as¨ª lo he hecho. El animal tiraba para adentro y no hab¨ªa m¨¢s remedio que estar muy encima para no dejarle pasar ni una. Al final le he arrancado esos limitados ocho o 10 muletazos que escond¨ªa y el p¨²blico as¨ª lo ha reconocido?, dice y se autopregunta: ??Que c¨®mo estoy? Pues muy contento. El esfuerzo ha merecido la pena?.
Sobre la estocada que le vali¨® a Liria un arre¨®n, el diestro arranca con maneras de chascarrillo: ?Sarna con gusto... La puerta de chiqueros la ten¨ªa detr¨¢s y sab¨ªa que iba a apretar. He ido a por todas, pero... vamos, que no pica?.
?No transmit¨ªa?
En lo que se refiere a su primero, el murciano se muestra entregadamente tibio. ?He conseguido ligar los muletazos y he realizado una faena ajustada. El problema era?, repite, ?que no transmit¨ªa?. Los mismos problemas de sintonizaci¨®n que Jesul¨ªn tuvo con su primero: ?Era muy soso. El tendido no se emocionaba?. Sobre su segundo, la valoraci¨®n del gaditano cambia. En otro dial, esta vez s¨ª, s¨ª transmiti¨®: ?Fue una faena honda que la gente ha sabido entender. La mayor¨ªa, porque est¨¢ la canalla de siempre. Ese sector que para qu¨¦ voy a hablar. Necesitaba algo as¨ª en Las Ventas. He toreado a gusto y la verdad es que no puedo estar sino muy contento. Luego ha pasado lo de la espada y...?Jesul¨ªn se muestra convencido de que de no haber marrado con el estoque, la cosa hubiese cambiado: ?Me hubiese llevado la oreja. El problema es que se ha juntado el hambre con las ganas de comer. Me he precipitado y he llegado mal al embroque. Le he hundido tres cuartos de espada en los bajos y el toro ha vomitado sangre. Lo he visto y enseguida he sacado la espada. Sin embargo, no he podido volver a entrar a matar. Eso s¨ª, si acierto, como lo he cuajado...?
En cualquier caso, tard¨®, pero lleg¨®. Las emisiones del ¨²ltimo toro, al filo de las nueve de la tarde, llegaron a las antenas del tendido, recorrieron la grada, revolotearon por los palcos y se entretuvieron en las andanadas. Todos juntos: ?Transmiti¨®?.
Babelia
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