Utah-Chicago, segundo acto

Un a?o despu¨¦s, estamos en el mismo punto. La pr¨®xima madrugada se inicia en Salt Lake City (3.00, Canal+) la final de la NBA con un escenario pr¨¢cticamente igual al de la temporada pasada. Los mismos equipos con sus mismas estrellas. Chicago Bulls y Utah Jazz han vuelto a demostrar que son los mejores equipos de toda la Liga. Ciertos detalles, como la ventaja de campo de Utah o el cansancio de Chicago acumulado en su maratoniana semifinal frente a Indiana, aumentan sin duda las opciones de Malone y su banda. La serie se anuncia larga y apasionante, con el a?adido emocional de que una derrota de los Bulls traer¨ªa con toda seguridad la desintegraci¨®n de tan legendario equipo y la m¨¢s que probablemente retirada definitiva de Michael Jordan.EL ORIGEN. Para entender en toda su plenitud esta final hay que remontarse a la del a?o pasado. Malone hab¨ªa sido nombrado MVP de la temporada, pero Jordan le gan¨® en su enfrentamiento directo. Dos tiros libres fallados por El cartero en el primer encuentro posibilitaron que Jordan decidiese en el ¨²ltimo segundo. Utah igual¨® la serie con dos victorias al amparo de su p¨²blico, con un hist¨®rico pase de Stockton a Malone que decidi¨® el cuarto choque. Lleg¨® el vital quinto encuentro. Jordan, visiblemente enfermo, aument¨® su leyenda con una actuaci¨®n ¨¦pica (38 puntos). Fue el punto de inflexi¨®n corroborado en el sexto y ¨²ltimo encuentro en Chicago, donde resolvi¨® un tiro de Steve Kerr a falta de cinco segundos.

EL PASADO. Ambos equipos lideraron la temporada regular con 62 victorias y 20 derrotas. El factor cancha le pertenece a Utah por haber ganado en los dos encuentros anuales que disputan. En los playoffs, su trayectoria ha sido opuesta. Chicago liquid¨® a New Yersey en tres partidos, a Charlotte, en cinco y a Indiana, en siete. Al contrario, los problemas de Utah han ido de m¨¢s a menos. Debieron salvar dos match ball contra Houston (3-2 al final), sufrieron con Duncan y Robinson, las torres de San Antonio, m¨¢s de lo que apuntaba el marcador final (4-1) y arrasaron sin piedad a los Lakers (4-0).

EL PRESENTE. Utah es un equipo descansado ya que ha dispuesto de hasta 10 d¨ªas para reponer fuerzas (quiz¨¢ demasiados, se puede perder el ritmo de competici¨®n). Su semifinal ante Los ?ngeles Lakers fue intachable. Salvo Hornachek, un poco m¨¢s bajo de lo habitual en ¨¦l, la maquinaria se encuentra en perfecto estado. En su jaula hace falta mucho de todo para doblegarles. Chicago llega con la lengua fuera, como se pudo observar en el s¨¦ptimo ante los Pacers de Indiana. No est¨¢ fino el campe¨®n y se nota. Michael Jordan ha perdido punter¨ªa y los Bulls parecen m¨¢s vulnerables que nunca. Lo peor de su serie ante los Pacers es que les ha abandonado el aura de invencibilidad. Pero ojo, sin olvidar nunca que estamos ante los pentacampeones de la NBA liderados por el mejor jugador de la historia del baloncesto moderno.

EL FUTURO. Tambi¨¦n juega en esta final. De las circunstancias de Chicago est¨¢ casi todo dicho. Si pierde, la gerencia desintegra la plantilla. Si gana, la discusi¨®n de siempre. Pero a ver qui¨¦n desmantela un equipo con tres anillos consecutivos y seis en ocho a?os. Si se atreve, pasar¨¢ a la historia, seguro. Lo de Utah es otro tema. Los a?os transcurren y el t¨ªtulo no ha llegado todav¨ªa. Otra decepci¨®n har¨ªa dif¨ªcil mantener el mismo grupo.