Solzhenitsin publica "Rusia en el abismo"
El Nobel lanza un mensaje regenerador en una tirada de s¨®lo 5.000 ejemplares
Hay cosas que recuerdan a Le¨®n Tolst¨®i en Alexandr Solzhenitsin, el m¨¢s universal de los escritores rusos vivos, y no s¨®lo la larga barba de profeta. Como el autor de La muerte de Iv¨¢n Ilich y Ana Kar¨¦nina, el premio Nobel de Literatura de 1970, mundialmente famoso por El archipi¨¦lago Gulag, vive su ancianidad convencido de estar obligado a ejercer de conciencia cr¨ªtica para mostrar a sus compatriotas el camino de la regeneraci¨®n moral. M¨¢s predicador ya que literato, Solzhenitsin, de 79 a?os, traza en su ¨²ltimo libro, Rusia en el abismo, que ayer se puso a la venta, un retrato desolador de la realidad surgida de las cenizas del comunismo. Lamentablemente, su mensaje cae pr¨¢cticamente en el vac¨ªo.La posici¨®n de Tolst¨®i en la sociedad rusa de finales del siglo XIX era la de un gloria nacional respetada por todos, cuya residencia campestre de Yasnaia Poliana se convirti¨® en un foco de atenci¨®n cultural y pol¨ªtica, aunque tambi¨¦n de confusi¨®n, ya que el genio no se manifestaba en la vida sino en los libros.
Pero ¨¦sa era una Rusia muy diferente a la de hoy, desenraizada, que perdi¨® el norte al hundirse la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que transita a¨²n por la v¨ªa azarosa que conduce del comunismo al capitalismo, con una clase pol¨ªtica que no est¨¢ a la altura de su pueblo, que pierde valores culturales, sin otro relevo a la vista que la adoraci¨®n por el becerro del d¨®lar. Esa es la Rusia, tan materialista o m¨¢s que en los tiempos sovi¨¦ticos, que quiere cambiar Solzhenitsin, aunque con las armas de un escritor. ?Mi acci¨®n es la palabra?, dice.
Mal caldo de cultivo para que prenda su mensaje. Y bueno para alimentar la decepci¨®n de este portentoso escritor que, con la publicaci¨®n de Un d¨ªa en la vida de Iv¨¢n Denis¨®vich , se convirti¨® en 1962 en un s¨ªmbolo de la desestalinizaci¨®n de Nikita Jruschov. En 1973, con la aparici¨®n en Francia de Archipi¨¦lago Gulag, su estremecedor panorama de los campos de la muerte, despert¨® a todos los demonios del invierno brezneviano, que le expulsaron a un exilio de dos decenios.
Para un escritor que ha vendido en todo el mundo decenas de millones de libros, aclamado como una de las glorias literarias del siglo, los 5.000 ejemplares de tirada inicial de Rusia en el abismo (aunque se han publicado extractos en varios peri¨®dicos) deben suponer casi una humillaci¨®n, sobre todo si se tiene en cuenta el precio, bajo incluso para el nivel de vida ruso: 250 pesetas en la edici¨®n de bolsillo y 350 en la de tapa dura. La tirada de su anterior obra, La cuesti¨®n rusa a finales del siglo XX, fue tambi¨¦n peque?a: 10.000 ejemplares.
Solzhenitsin deb¨ªa contar con que, a su regreso a Rusia, en 1994, tras 20 a?os de exilio, iba a tener a sus compatriotas pendientes de cada una de sus palabras en busca de claves para salir de una fosa en la que cada vez se hunden m¨¢s. Pero su mensaje parece haber ca¨ªdo en ese abismo que da t¨ªtulo a su libro. La gente est¨¢ ya harta de o¨ªr hablar de los campos de exterminio de Stalin, quiere olvidarse del Gulag y est¨¢ ya inmune al efecto de las trompetas del Apocalipsis.
Solzhenitsin denuncia en Rusia en el abismo el poder de una oligarqu¨ªa que dice que ha puesto de rodillas al 98% de la poblaci¨®n, la omnipresencia de la corrupci¨®n, la disminuci¨®n de la esperanza de vida y la extensi¨®n vergonzosa de la miseria.
El autor de Pabell¨®n del c¨¢ncer afirma en su libro que Rusia vive en una situaci¨®n ilusoria: como si hubiera democracia, como si se combatiera la corrupci¨®n, como si hubiese prensa libre, como si el Ej¨¦rcito pudiera defender a la patria. ?El Estado de derecho es una burla?, dice. Sin embargo, a?ade, sus contactos con el pueblo le demuestran que ¨¦ste no ha perdido su vitalidad, aunque en un radio peque?o, ?alrededor de cada hombre?, porque, m¨¢s all¨¢, ?todo est¨¢ tapado?. ?Todav¨ªa est¨¢n vivos los ojos y los pensamientos de la gente?, escribe. ?A¨²n existe la energ¨ªa de las buenas acciones?. Ah¨ª, en la ?aspiraci¨®n a una existencia regida por la moral?, radica su esperanza en la regeneraci¨®n. de Rusia.
Solzhenitsin, desde su gran altura moral e intelectual, tiene la voz ¨¦tica de un hombre y un artista que no se arredr¨® ante el terror del Gulag estalinista ni ante la persecuci¨®n brezneviana, que vivi¨® el exilio como si nunca hubiera dejado Rusia y que quiso volver a morir a su tierra para intentar salvarla. Los 80 millones de pesetas que Archipi¨¦lago Gulag rinde al a?o por derechos de autor alimentan una fundaci¨®n que ayuda a m¨¢s de mil ex prisioneros pol¨ªticos y familiares y financia un premio literario. L¨¢stima que su voz haya perdido gran parte de su eco.
Babelia
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