Derecho y deberes

EL DERECHO a que unos den clase de religi¨®n genera la obligaci¨®n de que otros asistan a materias alternativas. ?sa es la curiosa doctrina que se desprende de la reciente sentencia en la que el Tribunal Supremo rechaza la reclamaci¨®n de los padres laicos de la CEAPA de que se suprimiera la alternativa a la religi¨®n en la ense?anza no universitaria. El auto consagra la situaci¨®n actual, debida a los socialistas, que se tentaron la ropa antes de dar a elegir entre religi¨®n y nada, o directamente nada, como en Estados Unidos y Francia. Pero tambi¨¦n tiene cierto efecto bals¨¢mico para la Iglesia cat¨®lica, empe?ada desde que Aznar lleg¨® a La Moncloa en que el Gobierno del PP ponga sordina al laicismo del Estado y aporte su grano de arena, aunque sea de forma solapada, al mantenimiento de la grey cat¨®lica.La religi¨®n es evaluable (pero no computable para selectividad y becas), y lo que los obispos desear¨ªan es que su alternativa revistiera suficiente dificultad acad¨¦mica como para empujar a los alumnos hacia las aulas de religi¨®n. La ministra de Educaci¨®n, Esperanza Aguirre, ha amagado en diversas ocasiones con err¨¢ticas y ambiguas propuestas de alternativas ¨¦ticas, pero no se ha atrevido a cambiar la normativa.

No lo tiene f¨¢cil, porque lo que hasta ahora lleva dicho el Supremo es que una alternativa no evaluable es perfectamente legal, pero no lo ser¨ªa si versara sobre contenidos del curr¨ªculo (ni siquiera si consistiera en tiempo de estudio). El tribunal ha decidido ahora que, adem¨¢s de no evaluable y no curricular, sea obligatoria para quienes no quieran religi¨®n. Este ¨²ltimo paso es m¨¢s que discutible: ser¨ªa como obligar a ver cricket a todos aquellos que no disfrutan del f¨²tbol con el argumento de que no es justo penalizar al deporte rey.