Viaje a los or¨ªgenes

La vieja pol¨¦mica entre el determinismo biol¨®gico y su grado de influencia en la conducta humana, o la libertad de las personas para enfrentarse a su destino en la historia, tuvo el jueves en Barcelona una nueva e interesante cita. Un viaje a los or¨ªgenes es la historia biol¨®gica de la especie humana durante dos millones de a?os escrita por los bi¨®logos Jaume Bertranpetit y Cristina Junyent. El libro ha merecido el premio europeo de divulgaci¨®n cient¨ªfica Estudi General en los premios literarios Ciudad de Alzira. El eurodiputado Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce y los profesores de la Universidad de Barcelona F¨¦lix Ovejero y Adolf Tobe?a participaron en el coloquio de su presentaci¨®n en la Universidad Pompeu Fabra. Cristina Junyent y Jaume Bertranpetit han intentado dar una respuesta biologista a antiguas cuestiones, tales como de d¨®nde venimos y c¨®mo se origin¨® y diversific¨® nuestra especie. Los autores consideran que es absurdo recurrir a diferencias biol¨®gicas para justificar racismos. Una sola especie, el Homo sapiens, con una historia biol¨®gica relativamente reciente, que se remonta unos 150.000 a?os atr¨¢s y que deriva de ciertos primates tropicales, ha sido su objeto de estudio. Confiesan que el viaje se ha llevado por delante algunos importantes t¨®picos deterministas, sin por ello dejar de constatar la biodiversidad humana. Pero se trata, sin lugar a dudas, de una sola especie, la humana, que no tiene otras razas ni subespecies. "Hay mucho m¨¢s ADN com¨²n entre los grupos y poblaciones que diferencias. ?stas ocupan un espacio ¨ªnfimo en la informaci¨®n gen¨¦tica que codifica la morfolog¨ªa externa", indica Cristina Junyent. Eso significa que las diferencias entre los humanos son meramente externas, apenas afectan a la piel. Pero las diferencias culturales est¨¢n hiperdesarrolladas. "Nuestro origen es tropical; desde all¨ª los hombres han ido poblando las partes m¨¢s septentrionales. La biodiversidad posterior se explica sobre todo por la adaptaci¨®n de las poblaciones al clima". Los autores son tajantes en este punto: "No se puede hablar estrictamente de razas porque siempre ha habido mestizaje y somos una especie relativamente reciente". Los simios del mioceno, de los que descendemos, tienen una historia biol¨®gica de 20 millones de a?os. Por ello, lo que est¨¢ claro para los autores es que "descendemos de unos simios y somos una misma y ¨²nica especie y subespecie". Eso no quiere decir que no haya diferencias. Por ejemplo las diferencias biol¨®gicas que existen entre hombres y mujeres. Junyent y Bertranpetit han constatado que el cerebro se desarrolla en el feto posteriormente a la circulaci¨®n de hormonas diferentes seg¨²n el g¨¦nero. "Pero eso no justifica el sexismo. Del mismo modo, no se se justifica el racismo puesto que las diferencias gen¨¦ticas son m¨ªnimas", concluye Junyent.