Apropiaciones indebidas
Pas¨¦ como una exhalaci¨®n por el primer Festival de Cine Espa?ol de M¨¢laga, bienvenido sea si sirve para que las pel¨ªculas y los cineastas nos hablen de un pa¨ªs, el nuestro, y de una gente, nosotros, a quienes la pantalla nunca debe traicionar, sino entender, reflejar, documentar. Porque, en definitiva, las dos cosas que acercan a los espectadores a las salas son: que un filme te fascine con los sue?os (que no tienen por qu¨¦ ser mentira) o que te arrebate con la proximidad (que no siempre tiene que ser realista). La regla ser¨ªa que, en cualquiera de los dos casos, uno no salga de la proyecci¨®n m¨¢s est¨²pido, desinformado, prosaico y alienado de lo que era antes de entrar, sino m¨¢s bien todo lo contrario.Claro que la ficci¨®n lo tiene dif¨ªcil para competir, habida cuenta de las im¨¢genes que nos proporciona la vida. Hay una, creo que en Lecturas, que me ha puesto los pelos de punta, aunque s¨®lo los muy versados en asignaturas porte?as -y que hayan cumplido los 50- comprender¨¢n la profundidad de mi impresi¨®n. Resulta que nuestro deteriorado Julio Iglesias -ya saben, el padre de Enrique Iglesias- est¨¢ intentando reconciliarse con los argentinos -que le detestan por su aberraci¨®n discogr¨¢fica tanguera- por el procedimiento de pronosticar que la selecci¨®n argentina va a quedar b¨¢rbara en el Mundial de F¨²tbol. Eso, en principio, no parece inadecuado, pero la foto que ilustra la noticia es terror¨ªfica: Julio, abrazado a Susana Gim¨¦nez, que hace a?os fue novia del p¨²gil Carlos Monz¨®n -que en paz descansa, y las mujeres, m¨¢s, porque se dedicaba a matarlas a palos- y de quien se comenta que s¨®lo las operaciones est¨¦ticas consiguen ocultar que ya asisti¨®, como animadora, a los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨²nich que presidi¨® Adolf Hitler. El caso es que me asust¨¦, y tuve que contrarrestar contemplando la refrescante y encantadora silueta de In¨¦s Sastre entrando en la iglesia con un leve pecho descubierto por un azar que, pr¨¢cticamente, pod¨ªa haber sido necesidad. Todas las revistas publican las fotos de la dulce In¨¦s. Todas, menos una: ?Hola!, que nunca pone en evidencia a sus personajes.
No s¨®lo el ?Hola! boicotea los ap¨¦ndices mamarios. Reparen en el momento hist¨®rico de la apropiaci¨®n indebida de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de un fragmento del Romance de la luna, luna, de Federico Garc¨ªa Lorca. Dijo (no recit¨®: dio la noticia, pr¨¢cticamente en rueda de prensa) que ?la luna vino a la fragua con su polis¨®n de nardos el ni?o la mira mira el ni?o la est¨¢ mirando en el aire conmovido mueve la luna sus brazos y hay m¨¢s, claro que s¨ª, pero no lo voy a recitar todo?. Bueno, pues no lo coment¨® o dijo o comunic¨® todo porque lo que sigue es: ?... y ense?a, l¨²brica y pura, sus senos de duro esta?o?. Me juego mis propias tetas a que fue por eso.
Pero he dicho apropiaci¨®n indebida, y he dicho mal. Cuanto m¨¢s miro y remiro la grabaci¨®n, m¨¢s me doy cuenta de la gran Bernarda Alba que har¨ªa el presidente, mucho m¨¢s severa y fustigante, mucho m¨¢s negra y opresiva que la que le sali¨® al bailar¨ªn Antonio Canales a las ¨®rdenes de Llu¨ªs Pasqual. Porque, queridos, Bernarda Alba se nace, no se hace. A esta revelaci¨®n que acabo de compartir con ustedes se unen otras dos. Una: la de que Miguel ?ngel Rodr¨ªguez tiene un sentido instintivamente agresivo de la vida, y ello lo revel¨® cuando, en La 2, tuvo el lapsus de decir target cuando quer¨ªa decir label, porque estaba hablando de las etiquetas que le ponen a uno los dem¨¢s, y no de la diana que le pintan a uno en el coraz¨®n para dispararle; ni siquiera del grupo de potenciales consumidores en que meten a la gente los publicistas.
La tercera iluminaci¨®n procede tambi¨¦n de una imagen real captada esta semana durante la investidura del ginec¨®logon Jos¨¦ Botella, t¨ªo de Ana ?dem, como doctor honoris causa por la Universidad de Alcal¨¢ de Henares. Ver a la se?ora de Aznar cubierta por la capa de un tuno y comprender que ella, y no otra, es la nueva Cenicienta definitivamente convertida en princesa, fue todo uno. Ya pueden probarle capas: la de caballero de la Orden de Calatrava, la del Darth Vader de La guerra de las galaxias , incluso de los afamados creadores Sese?a. S¨®lo la capa tunera se ajusta a la Botella cual etiqueta (?o target?).
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