La contaminaci¨®n de acu¨ªferos obliga a renunciar a valiosos recursos h¨ªdricos

Los expertos reunidos en las jornadas sobre La contaminaci¨®n de las aguas subterr¨¢neas: un problema pendiente que se celebran en la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia advirtieron ayer del peligro que supone, para un pa¨ªs con escasez de recursos h¨ªdricos, tener que renunciar al agua de los acu¨ªferos que han sufrido los efectos de la contaminaci¨®n. Francisco Luque, de la Sociedad General de Aguas de Barcelona, cont¨® c¨®mo cada vez son m¨¢s los acu¨ªferos que resultan gravemente contaminados por las actividades urbanas industriales. Sobre todo por disolventes clorados, usados fundamentalmente por la industria para la limpieza de sus instalaciones, pero tambi¨¦n por colorantes, detergentes, acetonas, gasolinas y otros derivados del petroleo. Tratar in situ esos residuos se convierte en una tarea de dudosos resultados y de coste desorbitado, explic¨®, por lo que la ¨²nica manera de aprovechar esas aguas subterr¨¢neas es extraerlas y tratarlas en superficie. Sin embargo, ya hay casos de acu¨ªferos desahuciados. Luque mencion¨® el del Bes¨®s, en Barcelona, que supone renunciar a 15 hect¨®metros c¨²bicos anuales. En el caso de la Comunidad, explic¨® Andr¨¦s Sahuquillo, de la Polit¨¦cnica, todav¨ªa no se ha llegado a esos l¨ªmites. Los problemas m¨¢s acuciantes se deben a la grave contaminaci¨®n por nitratos de los acu¨ªferos de las planas de Valencia y Castell¨®n, que en algunos casos ya ha supuesto la renuncia a suministrar ese agua para el abastecimiento, pero no para el riego. Sin embargo, la verdadera dimensi¨®n de la contaminaci¨®n industrial es un enigma. "Seguro que hay contaminaci¨®n por gasolinas y por disolventes en cientos de casos", explic¨® Sahuquillo, "pero no hay ning¨²n estudio serio". Y dijo que en Estados Unidos, en aplicaci¨®n de una ley que incluso tiene car¨¢cter retroactivo (aunque el atentado sea previo a la norma), las empresas est¨¢n obligadas a descontaminar y el Gobierno tiene un fondo de 20 billones de d¨®lares para afrontar los tratamientos