PATTY HEARST, ?ACOSADA POR LA DEA?
Patricia Hearst Shaw, heredera del grupo de prensa Hearst, que pas¨® dos a?os en prisi¨®n despu¨¦s de un rocambolesco asunto de secuestro por el llamado Ej¨¦rcito Simbi¨®tico de Liberaci¨®n, en 1974, y atraco a un banco en las filas de este movimiento, en 1975, ha acusado, en el ¨²ltimo n¨²mero del semanario New Yorker, a los agentes estadounidenses de la lucha antidroga (DEA) de haber intentado hacerla caer en una trampa. En una carta enviada el pasado mes de abril a la fiscal general Janet Reno, el abogado de la que fue conocida como Patty Hearst, George Mart¨ªnez, denunci¨® que su cliente estaba siendo v¨ªctima de una campa?a de acoso de la DEA, que fabric¨® pruebas para inculpar a Patricia y a su marido, Bernard Shaw. El pasado febrero se entreg¨® un paquete en la lujosa residencia de la pareja en Connecticut (Nueva York), remitido desde un apartado de Correos con un n¨²mero de tel¨¦fono falso. Patricia no lo abri¨®, lo dej¨® en el c¨¦sped y llam¨® a la polic¨ªa. ?Siempre miro atentamente mi correo, puesto que he pasado 18 meses con terroristas que pensaban en esas cosas?, explica en el semanario. Minutos m¨¢s tarde apareci¨® la polic¨ªa, pero no los agente antiexplosivos, sino los de la DEA. Como hab¨ªa dejado fuera de su casa el paquete, que conten¨ªa una importante cantidad de droga, no pudieron detenerla, pero est¨¢ considerada como sospechosa. A sus 44 a?os, la ex terrorista, que se cas¨® con su guardaespaldas, tiene dos hijas, de 16 y 12 a?os, y pasa su vida entre fiestas mundanas y galas ben¨¦ficas. Ahora ha pedido un perd¨®n presidencial para blanquear su expediente judicial y, seg¨²n su abogado, esto ha sido el detonante de la acci¨®n de la DEA.
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