Baggio salda cuentas
El gol ante Chile redime a la estrella de su pasado
Esto es un western. El pistolero m¨¢s r¨¢pido, en el apogeo de su arte, falla un disparo en el duelo decisivo. No muere, pero casi. Se le llamar¨¢ mano lenta, nadie le dar¨¢ la oportunidad de resarcirse. Cuatro a?os despu¨¦s, el pistolero est¨¢ ya en el ocaso. A duras penas se ha ganado un hueco para el combate. Con suerte. La lesi¨®n de Del Piero, el h¨¦roe emergente, el nuevo pistolero m¨¢s r¨¢pido, le ha supuesto una oportunidad, la ¨²ltima para satisfacer una cuenta pendiente. Baggio, Roberto Baggio, la busc¨®, la cre¨®, la aprovech¨®. Salv¨® a Italia. Salv¨® su alma. Porque en el fondo, el duelo, el ¨²ltimo duelo, era contra s¨ª mismo.Todos los ni?os de Italia lloraron cuando su h¨¦roe de cola de caballo fall¨® un penalti en el desempate de la final del Mundial ante Brasil. Baggio, el hombre de la fantas¨ªa, la personalidad m¨¢s fuerte, el l¨ªder ¨²nico, tambi¨¦n llor¨®.
Su carrera empez¨® a trazar una curva descendente. S¨®lo ten¨ªa 27 a?os. Un a?o despu¨¦s de aquel penalti fallido, debe abandonar el Juventus (nunca, pues, ha sido campe¨®n de Europa, el t¨ªtulo que reclamaba su talento); en el Milan no juega. Dos a?os despu¨¦s, etiquetado de acabado, recala en el modesto Bolonia. No como una estrella que se arrastra por dinero. No.
Baggio tiene un plan: necesita jugar el Mundial 98, donde le espera su pasado; necesita, as¨ª, convertirse en el l¨ªder de un equipo. S¨®lo en el Bolonia, pese a sus roces con el entrenador Ullivieri, tiene esa posibilidad. Juega toda la temporada y marca 22 goles. Lanza 11 penaltis sin fallo.
El clamor exigiendo su regreso se hizo imposible de soportar hasta para Cesare Maldini, el seleccionador que siguiendo la onda de Sacchi se hab¨ªa olvidado de su existencia.
"S¨ª, ten¨ªa miedo, pero mi trabajo es tirar los penaltis". Tambi¨¦n podr¨ªa haber a?adido que era su obligaci¨®n salvar a Italia, salvarse a s¨ª mismo. La lesi¨®n de Del Piero le hab¨ªa dado 90 minutos para intentarlo. Ya Maldini hab¨ªa advertido que para el segundo partido, contra Camer¨²n, el atacante del Juventus recuperar¨ªa su puesto, a costa del veterano que cuando juega hace que su equipo a la defensiva s¨®lo cuente con 10 jugadores, pero que se hagan 12 al ataque. A los 10 minutos, Baggio se invent¨® un gol para Vieri. Perola historia se negaba a darle la oportunidad para s¨ª mismo. As¨ª que Baggio, el h¨¦roe con pasado en los tiempos de los h¨¦roes juveniles, instant¨¢neos y fungibles, debi¨® crearla. Cogi¨® la pelota en el lateral del ¨¢rea, amag¨® un centro, vio la mano suelta del defensa que le cerraba dentro del ¨¢rea, apunt¨® ah¨ª, le dio e inmediatamente reclam¨® el penalti. Agarr¨® la pelota, se acord¨® de Passadena 94. No tir¨® fuerte y por arriba, sino que la ajust¨®, raso, al poste derecho. Por un momento pareci¨® que el guante del portero chileno, Tapia, la frenar¨ªa. Ilusi¨®n ¨®ptica.
Ayer la prensa italiana hablaba de Baggio como "el salvador". La Gazzeta dello Sport titulaba: " Baggio evita el naufragio" y destacaba no s¨®lo su gol sino el que dio a Vieri. El Corriere dello Sport abr¨ªa en portada con un "Gracias Baggio" y hablaba de ¨¦l como el jugador que logr¨® con una asistencia a Vieri y un m¨¢ximo castigo "calmar el sufrimiento italiano".
Baggio logr¨® su octavo gol en un Mundial (el primer italiano que logra marcar en tres Mundiales diferentes). Est¨¢ a uno de la marca de nueve lograda por Paolo Rossi. Y est¨¢ en paz consigo mismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.