Afecto para demonios y sicarios

La gente aplaud¨ªa a rabiar al pelot¨®n de sicarios de Herodes que aporreaba a discreci¨®n cualquier cabeza cercana. "?Aaagua, aaagua!", entonaban los matones de La Degolla mientras los vecinos de la calle de Cabillers vaciaban desde los balcones una ristra de pozales sobre sus jetas pintarrajeadas. El simp¨¢tico ej¨¦rcito de sotas de bastos, que igual repart¨ªa porrazos que caramelos, comparti¨® ayer el protagonismo de los actos del Corpus de Valencia con la roca de La Diablera, una carroza del siglo XVI con una gran densidad de demonios. Si alguien piensa que a los estrafalarios esbirros de La Degolla les incomoda el remoj¨®n est¨¢ equivocado. "?Por qu¨¦ en tantos a?os no se le ha ocurrido a nadie poner mangueras en los balcones para mojarnos m¨¢s?", solicitaba durante el desfile Paco, un abogado de 43 a?os que cuando llega el d¨ªa del Corpus adquiere una segunda personalidad a las ¨®rdenes de Herodes. M¨¢s preocupada por su papel estaba Amparo Marim¨®n, de 14 a?os. "La gente me insulta y paso mucho calor", se lamentaba. Desde luego, ir vestida de La Muerte, guada?a en mano y de luto riguroso, no permite excesivas alegr¨ªas. El Ayuntamiento de Valencia ha gastado este a?o en la festividad del Corpus 16 millones. El presupuesto incluye el tapiz floral, los seis coros y los atuendos de los 250 figurantes, desde Ad¨¢n y Eva hasta Dios -encarnado por Amadeo Artero, un hombre de 63 a?os que se gana la vida en el mundo de las piscinas-. "La vida comenz¨® en el agua", atestigua el doble del creador. En el cl¨¢sico traslado de las roques, La Diablera se llev¨® las mayores muestras de admiraci¨®n del p¨²blico. A pie de procesi¨®n, un cl¨¦rigo asociaba a la "socarroner¨ªa valenciana" el afecto que reciben demonios y sicarios.