Croacia derrite a los 'Reggae Boyz'

Croacia tuvo que poner sobre la mesa la profesionalidad de algunos de sus mejores hombres (Stanic, Boban, Prosinecki y Suker) para derretir el entusiasmo de la pintoresca selecci¨®n de Jamaica, un simp¨¢tico equipo de aficionados que provoc¨® una eclosi¨®n de colorido en las gradas de Lens cuando, al l¨ªmite del primer tiempo, lleg¨® a empatar el partido. Ambos equipos se presentaban por primera vez en su historia, y por distintos motivos, en una cita mundialista. Y el resultado fue un partido que reflejaba los rostros de ambos conjuntos: un choque de ida y vuelta, sin ataduras t¨¢cticas y con pocas precauciones defensivas. Un partido alegre, en definitiva.Los Reggae Boyz armaron el taco en Lens cuando, inesperadamente, Gardner y Earle conectaron en un mensaje a¨¦reo que envi¨® el primero y cabece¨® el segundo a la red de Croacia, que hasta entonces hab¨ªa sesteado convencida de su grand¨ªsima superioridad. As¨ª era, pero no se pod¨ªa jugar andando. Como creyeron Boban y Prosinecki, que quer¨ªan dirigir el tr¨¢fico sin un s¨®lo esfuerzo. Tambi¨¦n lo pens¨® Suker, que se uni¨® a esta tendencia andante.

No est¨¢ el f¨²tbol para estas licencias. Basta que enfrente aparezca un tipo que admira tanto a Ronaldo que acaba pareci¨¦ndose f¨ªsicamente a ¨¦l, Burton; otro, que mete centros seg¨²n los c¨¢nones -de dentro a afuera-, Gardner; y el resto, dirigidos por un t¨¦cnico, el brasile?o Ren¨¦ Simoes, con pinta de Groucho Marx capaz de cambiarse de coche en plena ruta para no ser descubierto cuando va a espiar al adversario...

No era Brasil, pero lo parec¨ªa. Las gradas del estadio Felix Bollaert, en Lens, se llenaron de amarillo cuando el centrocampista del Wimbledon Earle conect¨® un magn¨ªfico testarazo tras un centro milim¨¦trico desde la izquierda de Gardner.

Stanic, el centrocampista del Parma reconvertido en delantero ante la lesi¨®n de Boksic y el mal estado de forma de Vlaovic, hab¨ªa adelantado a Croacia en lo que se intu¨ªa un paseo en barca para el equipo de Blazevic. Despu¨¦s se complic¨® el asunto hasta que Prosinecki entendi¨® en el camerino que no pod¨ªa seguir caminando y aceler¨® un tanto: lo justo para efectuar un par de quiebros, colocar un centro con la izquierda y descubrir la inocencia virginal del portero Barret, que sali¨® a por higos.

La segunda parte fue totalmente tomada por el f¨²tbol profesional, o sea Croacia, que ya no le perdi¨® la pista al encuentro.