Jap¨®n, en recesi¨®n
LA SEGUNDA econom¨ªa m¨¢s importante del mundo atraviesa su peor situaci¨®n desde la crisis del petr¨®leo. El registro negativo de variaci¨®n del PIB durante dos trimestres consecutivos oficializa una recesi¨®n que ya se hab¨ªa manifestado bajo s¨ªntomas como el alto n¨²mero de quiebras empresariales, el endeudamiento creciente y el deterioro de la solvencia bancaria. La inquietud ante un posible contagio a otras econom¨ªas est¨¢ m¨¢s que justificada.La atenci¨®n se centra en el tipo de cambio del yen, del que no s¨®lo depende la contribuci¨®n que el sector exterior de aquella econom¨ªa haga a la esperada recuperaci¨®n, sino tambi¨¦n la posibilidad de que termine ahogando las posibilidades de reacci¨®n de sus vecinos. La intensa depreciaci¨®n experimentada desde que emergi¨® la crisis, con la devaluaci¨®n del bath tailand¨¦s hace ahora casi un a?o, ha contribuido al aumento del d¨¦ficit exterior bilateral con Jap¨®n de algunas econom¨ªas industrializadas, EE UU en particular. Y ha pasado a convertirse en un obst¨¢culo para la recuperaci¨®n del resto de la regi¨®n, lo que agrava a su vez las serias tensiones pol¨ªticas y sociales que han estallado en algunos de los pa¨ªses vecinos.
Las alternativas para remediar esta situaci¨®n no son muchas ni se presentan exentas de efectos secundarios adversos. Con los tipos de inter¨¦s en m¨ªnimos, ha de ser el presupuesto el que contribuya inicialmente a romper ese c¨ªrculo recesivo mediante reducciones adicionales de impuestos y, en todo caso, aumentos de la inversi¨®n p¨²blica que procuren la recuperaci¨®n de la demanda interna. Junto a esas terapias reanimadoras, las reformas de su sistema financiero y la efectiva eliminaci¨®n de los obst¨¢culos a la completa apertura al exterior son condiciones necesarias para que esa econom¨ªa termine de adaptarse a un entorno internacional bien distinto del que presidi¨® su espectacular crecimiento de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Que el Gobierno de Ryutaro Hashimoto disponga de los suficientes apoyos para avanzar en esa direcci¨®n es algo que no est¨¢ nada claro a tenor de la renovada desconfianza que los ¨²ltimos datos han generado apenas dos d¨ªas despu¨¦s de superada la moci¨®n de censura.
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