La evoluci¨®n del cerebro humano se replantea al medir un antiguo cr¨¢neo
La capacidad craneal del hombre es significativamente m¨¢s grande, en relaci¨®n al volumen corporal, que la de cualquier otro animal y, presumiblemente, da cuenta de la sorprendente complejidad de sus pensamientos y actos. ?C¨®mo se llega a ese cerebro grande? Para los paleoantrop¨®logos es muy importante desentra?ar la historia evolutiva del cerebro humano. Una nueva medida de capacidad c¨²bica de un antiguo cr¨¢neo africano, realizada con t¨¦cnicas avanzadas de tomograf¨ªa y dada a conocer en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Science, apunta en esta l¨ªnea y puede obligar a los estudiosos a replantearse el modelo evolutivo en este aspecto clave.Mr. Ples es el mote de un cr¨¢neo hallado hace nueve a?os en el yacimiento de Sterkfontein (Sur¨¢frica) y datado en aproximadamente 2,8 a 2,6 millones de a?os. Ha sido clasificado como Australopitecus africanus, una especie prehumana de hom¨ªnidos. La estimaci¨®n anterior de la capacidad craneal de Mr. Ples se hab¨ªa situado en 600 cent¨ªmetros c¨²bicos, un volumen sorprendentemente alto en comparaci¨®n con los 440 cent¨ªmetros c¨²bicos de media de otros ejemplares de esa especie y pr¨¢cticamente parejo al de la primera especie humana, Homo habilis. La capacidad craneal del Homo sapiens se sit¨²a en torno a los 1.200 cent¨ªmetros c¨²bicos de media para los adultos. Tomograf¨ªa Glenn Conroy, de la Washing-ton University en San Luis (EEUU), y sus colegas han utilizado una t¨¦cnica habitual en medicina y que empieza a imponerse en paleontolog¨ªa, la tomograf¨ªa computadorizada, que permite hacer esc¨¢ner de los f¨®siles y crear un molde virtual con los datos, una representaci¨®n tridimensional exacta del cr¨¢neo en el ordenador. Esta estrategia ha permitido a los investigadores ubicar con precisi¨®n la capacidad craneal de Mr. Ples, y el resultado es que el cr¨¢neo tiene 513 cent¨ªmetros c¨²bicos, algo menos de la estimaci¨®n previa, pero todav¨ªa considerable.
Esta discrepancia de tama?o ha llevado a los investigadores a revisar otros cr¨¢neos de australopiteco, y aunque estos ¨²ltimos resultados son a¨²n preliminares, parece que apuntan en el mismo sentido: las capacidades craneales son inferiores a lo que se hab¨ªa calculado hasta ahora. Estas medidas en los f¨®siles son dif¨ªciles de hacer porque a menudo los cr¨¢neos aparecen troceados en los yacimientos y la reconstrucci¨®n, cuyo resultado final condiciona la capacidad interna, es comprometida.
En un comentario publicado en el mismo n¨²mero de Science acerca de esta investigaci¨®n, Dean Falk (State University de Nueva York), destaca la importancia del trabajo por la aplicaci¨®n que se ha hecho del esc¨¢ner y enfatiza el significado de las sospechas que la cuesti¨®n levanta: "Algo est¨¢ muy equivocado con las medidas publicadas hasta ahora de la capacidad craneal de estos hom¨ªnidos. Si es as¨ª, pueden ser profundas las implicaciones en el conocimiento de la evoluci¨®n del cerebro".
Si los australopitecos ten¨ªan el cerebro m¨¢s peque?o de lo que se pensaba, los paleont¨®logos pueden encontrarse con que el salto hacia cerebros mayores no se produjo con la aparici¨®n del Homo habilis, sino antes, en la l¨ªnea de los australopitecos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.