Portugal abre su campa?a del aborto entre posturas parad¨®jicas

Ins¨®lita y parad¨®jica. As¨ª podr¨ªa calificarse la campa?a para el refer¨¦ndum del aborto, iniciada el martes en Portugal. A propuesta de los conservadores, el Gobierno socialista acept¨® la convocatoria de esta consulta, una semana despu¨¦s de que el Parlamento aprobara la despenalizaci¨®n que ahora se refrenda. Destacados socialistas, como el primer ministro Antonio Guterres, se oponen a la liberalizaci¨®n.

Ilustres conservadores, sin embargo, defienden la despenalizaci¨®n. La ley del aborto actual es similar a la espa?ola pero, seg¨²n denuncian las organizaciones progresistas para la planificaci¨®n familiar, su aplicaci¨®n muy restrictiva por parte de los m¨¦dicos, ha provocado cerca de 20.000 abortos clandestinos al a?o.A pesar del jerogl¨ªfico pol¨ªtico, la mayor¨ªa de los sondeos indica una clara victoria del s¨ª en el primer refer¨¦ndum de la democracia lusa, marcado para el pr¨®ximo d¨ªa 28.

La confusi¨®n pol¨ªtica no ha contagiado a la opini¨®n p¨²blica, que desde hace semanas sigue la misma l¨ªnea en la mayor¨ªa de las encuestas divulgadas hasta el momento, con una clara victoria de la despenalizaci¨®n en las 10 primeras semanas del embarazo (m¨¢s del 55% de los votos). Pero sin duda el caso m¨¢s parad¨®jico lo va a protagonizar el primer ministro portugu¨¦s, el socialista Antonio Guterres, cat¨®lico practicante y opuesto como ciudadano a la liberalizaci¨®n del aborto. A pesar de su silencio en esta campa?a, su conocida oposici¨®n al proyecto despenalizador va a ser utilizada por los movimientos pro-vida. En concreto, el movimiento Juntos por la Vida ha avanzado que uno de sus mensajes ser¨¢: Vota no con Antonio Guterres, Marcelo Rebelo de Sousa y Paulo Portas, estos dos ¨²ltimos l¨ªderes del Partido Socialdem¨®crata (PSD) y el Partido Popular (PP).

El aprovechamiento de la figura de Guterres ha irritado al l¨ªder de las Juventudes Socialistas (JS) e impulsor del proyecto, S¨¦rgio Sousa Pinto. El responsable de las JS afirma que Guterres se encuentra m¨¢s pr¨®ximo a la despenalizaci¨®n, aprobada en 1984 y que ahora pretende ampliarse, que a las perspectivas criminalizadoras de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo que defienden la mayor¨ªa de los movimientos por el no. En este clima de confusi¨®n, el m¨¦dico y diputado socialista Eurico Figueiredo condenar¨¢ en la campa?a del PS en televisi¨®n la despenalizaci¨®n por considerar inaceptable que el embri¨®n deje de tener valor jur¨ªdico y moral.

El l¨ªder de los comunistas lusos, Carlos Carvalhas, califica de admirable, extra?o y escandaloso que los dos partidos mayoritarios hayan abdicado de asumir sus responsabilidades frente a los ciudadanos. A su juicio, el absurdo no tiene l¨ªmites cuando los grandes partidos votan a favor o en contra de una ley en la Asamblea de la Rep¨²blica pero no tienen posici¨®n (institucional) en el refer¨¦ndum que va a decidir lo que antes defendieron.