Espiritismo
MIQUEL ALBEROLA Algunos espiritistas tratan de resucitar a Vicente Gonz¨¢lez Lizondo, quien, por recuperar la generosa expresi¨®n del arzobispo de Valencia, est¨¢ en el cielo junto a Sant Vicent Ferrer. No ser¨ªa extra?o que en el futuro tambi¨¦n le llegase la canonizaci¨®n. Uno fue tan integrista como el otro, cada cual en su asunto (tambi¨¦n aqu¨ª fueron semejantes), y los prodigios de ambos estuvieron m¨¢s cerca de Bernat i Baldov¨ª que de la narrativa milagrera habitual. Pero mientras eso llega, algunos espiritistas agitan la ouija para que Lizondo deje de acompa?ar a Sant Vicent Ferrer y regrese a trav¨¦s de la energ¨ªa que concitar¨¢ un festival de emociones que se celebrar¨¢ pasado ma?ana. Zaplana ya ha dilucidado que le interesa una Uni¨®n Valenciana extraparlamentaria. Apenas un a?o antes no sab¨ªa si alimentarla o secarla. Hoy ya ha tomado una decisi¨®n a tenor de los sondeos que conoce y trata de ajustarlos a su inter¨¦s. Un muerto ha sido llamado a hacer parte del trabajo. Nada m¨¢s indicado. La muerte siempre ha sido un elemento primordial en las relaciones entre el PP y UV. El momento m¨¢s vital de UV coincidi¨® con el m¨¢s moribundo del PP. Luego se revitalizaron los populares y los regionalistas quedaron en el umbral del estertor, aunque a esta agon¨ªa le sacaron el rendimiento esplendoroso de una coyuntura en la que el PP requer¨ªa justo lo que med¨ªa su l¨¢pida para trepar hasta el poder. Siempre fueron vasos comunicantes. Incluso los difuntos de un partido renacen a menudo en el otro, como es el caso, pero las dimensiones proporcionales de cada formaci¨®n y el solapamiento del mercado dificultan de forma dram¨¢tica su coexistencia: la vida de una supone la muerte de la otra. Ahora Lizondo resucita a instancias del PP para producir una sangr¨ªa electoral a su antiguo partido: siempre fue un instrumento en las manos que le crearon. Lo es depu¨¦s de muerto: agitan su memoria para beneficiar a un tercero. UV ha tratado de quitarse este muerto de encima desde que la realidad le indic¨® que un partido nacido de la reacci¨®n deb¨ªa reconducir sus energ¨ªas hacia el raciocinio si quer¨ªa disponer de alguna posibilidad de futuro. Pero no lo ha hecho bastante para ser inmune al fantasma que le acosa.
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