Rezando por una carambola
Los jugadores se confiesan "tristes" y esperan que Nigeria gane a Paraguay
Los ir¨®nicos de la prensa que han clamado contra la tiran¨ªa de las llamadas zonas mixtas (esos cuartos de los estadios en que se hacen las entrevistas postpartido que en realidad son zonas de tortura ideadas de forma diab¨®lica para que los periodistas muestren sus habilidades con los codos y la carga corporal y los futbolistas y t¨¦cnicos puedan salir a toda velocidad y sin decir ni p¨ªo), esos ir¨®nicos deber¨ªan intentar pescar algo a las puertas del campo donde se entrena la selecci¨®n espa?ola. "Estamos tristes", dicen algunos jugadores, los pocos, tres o cuatro, que se paran a hablar. El resto sale en manada, canturreando. Se puede poner uno delante de Ra¨²l, grabadora en mano, y pedirle un minuto de su tiempo para que cuente su vida. Como si nada. Ra¨²l sigue canturreando, mirando hacia todos los lados menos a uno, al periodista. Y no es que est¨¦ sordo, no. Est¨¢ triste. Lleg¨® anunciado como una de las grandes figuras de este Mundial y se encuentra con que est¨¢ en un equipo que quiz¨¢s no llegue a octavos de final.Como hermanitas de la caridad o madres preocupadas, los periodistas preguntan a los tres o cuatro que se paran "?c¨®mo est¨¢is?", "?c¨®mo est¨¢ el equipo?", "?qu¨¦ os duele?". No hay metaf¨ªsicos, as¨ª que ninguno responde que le duele el alma o le duele Espa?a o cosas peores. Aguilera, Pizzi, Zubizarreta, Morientes, Guerrero, los que se paran, s¨®lo dicen que est¨¢n tristes. Tras el empate con Paraguay no han contado siquiera con el refuerzo positivo de verse el partido por televisi¨®n para reafirmar su confianza como en la sesi¨®n de terapia postNigeria. Si aquel partido, como reconoci¨® Aguilera, les hab¨ªa "roto", contaban al menos con la seguridad de que segu¨ªan dependiendo de ellos mismos para alcanzar la segunda fase. El empate paraguayo les dej¨®, as¨ª, completamente desasistidos, puro desasosiego, dudas sin respuesta m¨¢s all¨¢ de la socorrida mala suerte. "Las cosas no han salido bien y punto. Lo importante es que el equipo se ha batido bien en el campo y es capaz de darlo todo. No han salido bien los resultados y nada m¨¢s, no hay que darle m¨¢s vueltas", es toda la respuesta de Guerrero.
En esta tesitura -"no es una situaci¨®n agradable, pero hay que asumirla", dice Guerrero- s¨®lo a dos cosas se aferran los jugadores. Una no la pueden controlar m¨¢s que a medias, la carambola que debe acabar con la pesadilla (derrota o empate de Paraguay con Nigeria y victoria espa?ola ante Bulgaria), la otra es el c¨¦lebre esp¨ªritu de grupo que constituye uno de los grandes logros de Clemente. "Ahora es cuando m¨¢s unidos debemos estar y as¨ª estamos", contin¨²a Guerrero. "La gente ahora mismo no conf¨ªa en nosotros, y ahora m¨¢s que nunca estamos m¨¢s unidos que nunca y esto lo tenemos que sacar nosotros y ya lo sabemos", a?ade Morientes. Ejercicios espirituales de un grupo que vivi¨® momentos tensos en el vestuario de Saint ?tienne. "Pero ahora el vestuario est¨¢ bien", se?ala Aguilera. "Las cosas se ven diferentes el d¨ªa despu¨¦s".
Y de repente, como si hablar un poco con la gente del exterior les hubiera liberado de un peso, empiezan a ver las cosas de otra manera. Se olvidan de lo que piensan, de la gran decepci¨®n que est¨¢ sufriendo, del choque con la realidad de un Mundial despu¨¦s de alucinar en la fase de clasificaci¨®n, y piensan en un futuro nuevo. "Lo malo ha sido que los malos resultados han llegado en el Mundial, porque los cuatro ¨²ltimos a?os han sido de resultados buenos, de juego bueno y la gente ha estado con la selecci¨®n", reflexiona Morientes. "Pero soy muy optimista, a¨²n queda una oportunidad y nosotros, aunque no dependemos de nosotros, estamos esperando un fallo de Paraguay y ganar a Bulgaria, que es lo que debemos hacer".
"Hay que aferrarse a la ¨²ltima oportunidad", termina Morientes. Acabar¨¢n rezando para que la ¨²ltima carambola se produzca.
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