Ir¨²n prepara por vez primera en 117 a?os dos Alardes por la oposici¨®n vecinal a integrar mujeres
La consejer¨ªa de Interior var¨ªa el recorrido del desfile no oficial para evitar incidentes

Ir¨²n se prepara para celebrar dividida, el pr¨®ximo d¨ªa 30, la jornada grande de sus fiestas de San Marcial. Por las calles de la localidad guipuzcoana discurrir¨¢n dos Alardes: el oficial, en el que hombres y mujeres marchar¨¢n juntos armados y otro, en el que la mujer tan s¨®lo podr¨¢ ser cantinera. Es la primera vez en 117 a?os que se han establecido de antemano dos desfiles. A poco m¨¢s de una semana de la fiesta, las posturas de los partidarios del derecho, respaldados por una sentencia del Tribunal Superior vasco, y los de la tradici¨®n parecen irreconciliables. El Departamento de Interior ha modificado ligeramente el itinerario del desfile alternativo para evitar posibles incidentes.
La historia reciente del Alarde de la localidad fronteriza representa un enfrentamiento entre el derecho y la costumbre. Hasta hace tres a?os, los iruneses obviaban sus diferencias para honrar a sus mayores y recordar su victoria en 1512 frente a las tropas francesas. Alrededor de 8.000 soldados y tan s¨®lo 20 cantineras desfilaban en el acto m¨¢s significativo de las fiestas de San Marcial.Entonces, un grupo de mujeres, cansadas de las limitaciones que se impon¨ªan a su participaci¨®n en el Alarde, reivindic¨® con insistencia que cualquier vecina de Ir¨²n pudiera vestirse de soldado y marchar como escopetera al ritmo de los p¨ªfanos y tambores. Se oyeron voces, no s¨®lo de hombres, sino tambi¨¦n de mujeres de la localidad, que interpretaron la iniciativa como un ataque directo a sus tradiciones. Argumentaron entonces, y lo siguen haciendo ahora, que "se trata de la representaci¨®n de un hecho hist¨®rico, en el que la mujer est¨¢ debidamente representada en la figura de honor de cantinera". Mantienen tambi¨¦n que su rechazo "nada tiene que ver con una confrontaci¨®n sexista". Otros apreciaron tras esta reclamaci¨®n una maniobra pol¨ªtica de la izquierda abertzale. Fue el inicio de un cisma que ha dividido a los vecinos de Ir¨²n y que ha sobrepasado a las autoridades locales.
Fallo judicial
Ni siquiera la resoluci¨®n dictada el pasado enero por el Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco ha servido para calmar el enfrentamiento. En su sentencia reconoci¨® el "derecho de las mujeres a participar en el Alarde en igualdad de condiciones que sus conciudadanos hombres". Pero gran parte de los iruneses han preferido obviar lo que consideran una intromisi¨®n en un asunto local y hacer caso a sus sentimientos m¨¢s profundos antes que a la Justicia. Por eso, con meses de antelaci¨®n y tras negociaciones frustradas entre ambas partes, han organizado un Alarde alternativo, distinto del que promueve el Ayuntamiento. Por primera vez desde que se inici¨® el conflicto, y como resultado de la sentencia, el consistorio irun¨¦s apoya la organizaci¨®n del desfile con mujeres.Precisamente ¨¦sta es una de las manifestaciones m¨¢s evidentes de la fractura abierta en la localidad guipuzcoana y que ha alcanzado similares dimensiones en Hondarribia. En v¨ªsperas de la fiesta, el asunto que m¨¢s preocupados ha mantenido a los iruneses ha sido resolver el problema de horarios y recorridos de los dos desfiles, para tratar de evitar posibles encuentros y los incidentes que pudieran producirse. No ser¨ªa la primera vez que ocurre. El pasado a?o, en un espectacular acto de desobediencia civil, los partidarios del Alarde tradicional cambiaron a ¨²ltima hora su itinerario de forma m¨¢s o menos espont¨¢nea, porque se negaban a integrar a la compa?¨ªa mixta en sus filas. Pero al inicio del desfile se registraron unos incidentes que se saldaron con tres heridos leves.
El planteamiento que elevaron los partidarios del Alarde tradicional a Interior para comunicar su particular manifestaci¨®n era iniciar el mismo recorrido que el oficial, pero hora y media antes. El departamento de Juan Mar¨ªa Atutxa ha considerado suficiente para garantizar la seguridad ciudadana modificar ligeramente el recorrido y parar durante una hora el desfile alternativo para evitar que coincida con el oficial. El objetivo es que no haya ning¨²n contacto social entre los dos alardes. Ayer, antes de que Interior tomara esta decisi¨®n, la Junta provisional del Alarde, expres¨® su malestar por si finalmente se resolv¨ªa mantener el horario de salida del desfile alternativo. "A esa hora, nuestras compa?¨ªas se concentran en el mismo sitio del que parte el Alarde paralelo", dijeron sus responsables. Horas m¨¢s tarde, miles de partidarios de que la mujer sea una simple cantinera se manifestaron en Ir¨²n para mantener el desfile tradicional.
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