Alejandr¨®polis: una pesadilla
Uno de los primeros s¨ªntomas del rapado arb¨®reo al que la derecha municipal iba a someter a la ciudad fue la actuaci¨®n en Plaza del Triunfo y Callej¨®n del Agua. A partir de ah¨ª, se inici¨® un proceso de trampa estad¨ªstica en el que se anuncian plantaciones de ¨¢rboles y apertura de parques (lo que es cierto: aunque muchas veces son caricaturas liliputienses como la naranjoman¨ªa del centro o la ridiculez de la Buhaira), mientras caen por docenas los ¨¢rboles en los barrios y en el centro hist¨®rico. La Junta -simbolizando su actitud ante el desastre de Aznalc¨®llar- se sum¨® a la operaci¨®n dejando la fachada del Palacio de San Telmo sin su pantalla verde, expuesta a la mordida del sol y a la admiraci¨®n de los catetos que opinan que los ¨¢rboles tapan las bellezas monumentales. La pen¨²ltima barbaridad es el plan del aparcamiento de la Alameda, que contempla la desaparici¨®n de su arboleda. Y la ¨²ltima -¨¦sta ya no proyecto, sino realidad- ha sido la tala de todos los ¨¢rboles que van desde la Campana hasta la Encarnaci¨®n. Volver¨¢n a decir que estaban enfermos: pues que los cuiden; que replantar¨¢n: pues que lo hagan bien, no con los arbolillos esmirriados que tienen menos posibilidades de sobrevivir que un espermatozoide en el ¨²tero marm¨®reo de la Venus de Milo; que las obras hicieron necesario cortarlos: mentira, porque en todas las ciudades civilizadas las obras no significan tala indiscriminada de ¨¢rboles. Las m¨²ltiples morales del Ayuntamiento de la derecha no se limitan al patrimonio arb¨®reo; afectan tambi¨¦n al monumental y al cotidiano. Mientras finaliza la instalaci¨®n de los horrendos toldos est¨¢ticos de pl¨¢stico, con sus anuncios de Coca-Cola bien estampados, el vicepresidente de la Gerencia de Urbanismo present¨® la nueva ordenanza de publicidad. ?Qui¨¦n da m¨¢s? Lo terror¨ªfico es que con motivo de esta presentaci¨®n se confirm¨® que el vicepresidente y la Gerencia tienen una idea de ciudad: "durante muchos a?os -dijo Rojas-Marcos- hemos venido desarrollando una actuaci¨®n importante en rehabilitaci¨®n de monumentos y edificios, y modificando el estilo anterior en lo que se refiere a la pavimentaci¨®n de calles y plazas nos hemos encontrado con un inconveniente y es que en calles y lugares en los que hemos intervenido implantando un determinado estilo, se han visto alteradas por un aut¨¦ntico desorden publicitario...". Si la publicidad es un factor de alteraci¨®n del proyecto de ciudad del PA, por pura desesperaci¨®n, algunos preferiremos una Sevilla a lo Blade Runner o una calle Sierpes convertida en la Main Street de Las Vegas antes que la pavorosa Alejandr¨®polis en que el PA est¨¢ transformando a la ciudad. Porque nada es peor que esta mentira a medias del estilo PA, que pervierte y degrada formas y s¨ªmbolos tomados del patrimonio de la ciudad, haciendo creer a los incautos que estas caricaturas son la esencia y la verdad de Sevilla. Tras el desarrollismo franquista, nadie ha hecho m¨¢s da?o a la ciudad que el PA, con la complicidad del PP: la alcaldesa no podr¨¢ seguir mirando hacia otro lado mientras su primer teniente de alcalde destroza la ciudad.
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