La discoteca con m¨¢s vatios
El maestro de ceremonias los tiene en el bote. "?Venga, una ola!", y al otro lado del escenario miles de j¨®venes sicronizan sus movimientos con los del pr¨®jimo, como lo hicieran en el Mundial de M¨¦xico. Pero esto no es un estadio de f¨²tbol. "Y ahora, una ola sexual". Y las caderas sustituyen a los brazos. "?Toma, toma!", jalea Fernandisco, y la mesa de sonido proyecta 150.000 vatios de house. Los graves retumban en los bafles, el temblor llega hasta los pies y el baile explota una vez m¨¢s. As¨ª fue la noche del World Dance Music en Sevilla: explosiones de ritmo dosificadas por el m¨¢s popular Dj de Los 40 principales. Decenas de miles de personas asistieron en la noche del s¨¢bado al espect¨¢culo que llev¨® a Sevilla la Cadena SER por segundo a?o consecutivo. Un enorme globo en forma de jarra de cerveza sobre la zona de aparcamientos de Torretriana, se?alaba desde el cielo el escenario para la diversi¨®n en masa. Esta vez, sin embargo, el sonido le ganaba a la luz, el o¨ªdo a la vista. La mezcla de funk, jungle y house fue, desde las 10.00, el mejor reclamo para las oleadas -mucha gente joven, piercing, pelos te?idos y m¨¢s piel que ropa- que cruzaron los puentes del Guadalquivir para llegar a antiguos territorios de la Expo. La m¨²sica electr¨®nica de Dario G., Jhava, Domino y los sevillanos Electrodrummers convoc¨® a m¨¢s de 100.000 personas, seg¨²n los organizadores, a la fiesta dance. "?Qu¨¦ es gratis!". Un agente del equipo de seguridad del concierto se dej¨® la voz intentando hacerse oir por encima del bum-bum que acompa?aba a SJ. Vano esfuerzo. Tras las vallas que acotaban el espacio del World Dance Music cientos de personas asistieron a su part¨ªcular concierto. Desde all¨ª, se emborrachaban igual de m¨²sica y adem¨¢s pod¨ªan hacer el botell¨®n de todos los fines de semana, imposible dentro del recinto. Seg¨²n los organizadores, nadie tuvo que ser atendido por intoxicaci¨®n et¨ªlica. Tampoco informaron de casos de borrachera de baile, a pesar de cinco horas y media de saltos y contorsiones sin tregua. El jander o el demonio, personajes del programa de radio de Fenandisco se turnaron con el Dj para levantar al p¨²blico entre descarga y descarga de sintentizadores y estribillos machacones. "?Ah¨ª va, ol¨¦ee!" y una c¨¢mara teledirigida iniciaba un barrido sobre un mar de cabezas. "?Hasta los amigos de Canal Sur de lo est¨¢n pasando bien?", celebraba Fernandisco. Claro que los dos empleados del reci¨¦n estrenado Canal 2 de Andaluc¨ªa que, c¨¢mara en ristre, hicieron la retransmisi¨®n desde el mismo escenario no tuvieron opci¨®n de r¨¦plica: toda su atenci¨®n se centraba en conseguir los mejores planos de bailarines y bailarinas. Las que acompa?aron a Natasha Haggen -se atrevi¨® a cantar en directo algunas estrofas de la versi¨®n dance del tema central de la pel¨ªcula Titanic-, amenazaron incluso con echar a uno de ellos del escenario a base de caderazos. Con New York CC, lleg¨® Blue for you, uno de esos temas rompepistas que debe su popularidad a un anuncio de cervezas. La sinton¨ªa del p¨²blico dance con el mundo de la publicidad es total: ni cuando las pantallas lanzaba mensajes de refrescos, coches o, incluso, de la Junta dejaba de bailar. "Are you ready for the bomba?", el l¨ªder de Asap, David Ferrero, entre sonidos grabados de helic¨®pteros y rodeado de bailarines con vestimenta militar, introdujo as¨ª la actuaci¨®n de su banda, la mejor versi¨®n del dance espa?ol. "Mene¨¢lo suavecito", ronroneaba la cantante por encima de la barrera de sonidos electr¨®nicos. Sol¨ªcitos, lo menearon, gozosos, durante toda la noche.
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