?Salvar¨¢ Nigeria a Espa?a?
Paraguay conf¨ªa en un relajamiento del equipo africano
Las esperanzas espa?olas est¨¢n puestas en las manos del equipo m¨¢s imprevisible y en contra del equipo m¨¢s previsible. O Nigeria contra Paraguay. El ¨²nico equipo sorprendente, rebosante de genio, de talento y de locura t¨¢ctica contra el equipo que lleva a?os convirtiendo la impenetrabilidad en su sello bajo el liderazgo de un portero. Un choque de estilos y escuelas. Nigeria est¨¢ de fiesta porque ha ganado dos partidos, ha puesto en crisis a selecciones hist¨®ricas y ya est¨¢ clasificada como primera de grupo para octavos.Paraguay, por una vez en el campeonato, debe pensar en marcar al menos un gol, o sea, en ganar el partido, para seguir adelante. Pese a todas las bondades a que le ha llevado el cerocerismo (es el ¨²nico equipo que ni ha marcado ni ha encajado ning¨²n tanto), dif¨ªcil es de creer que pueda pensar en la opci¨®n m¨ªnima, esto es, pasar sin marcar (lo lograr¨ªa manteniendo el empate con Nigeria si espa?oles y b¨²lgaros tambi¨¦n se quedan en tablas). As¨ª que a prepararse para un partido en que los amantes del riesgo seguir¨¢n en su papel y los queridos de la seguridad deber¨¢n arriesgar. ?En qu¨¦ deber¨¢ confiar m¨¢s Espa?a, entonces? ?En las genialidades nigerianas o en la incapacidad paraguaya?
Pero las preguntas no se quedan ah¨ª. ?Qu¨¦ Nigeria saldr¨¢ al campo para sostener las esperanzas espa?olas? ?La que fue capaz de remontar a los de Clemente o la que por poco sucumbe ante la t¨¦trica Bulgaria? No ser¨¢ la Nigeria m¨¢s grande. Una tercera v¨ªa sin el genio de Okocha, la fuerza de Uche, el trabajo de Mutiu y la clase rematadora de Ikpeba. Uche est¨¢ suspendido. Los otros cargan con una tarjeta amarilla y no es cuesti¨®n de acudir a octavos, probablemente contra Dinamarca, sin los mejores. El resultado que den los suplentes (Kanu en baja forma, Okpara de poco nivel, el Oparaku torpe en la banda, el Babangida tambi¨¦n corto) ser¨¢ lo que marque el partido.
Porque aunque Paraguay deba cambiar su forma de enfrentarse al destino y arriesgar, sus mejores hombres seguir¨¢n siendo los mismos. Seguir¨¢n si¨¦ndolo el portero Chilavert, los defensas muro Arce, Ayala, Gamarra y Sarabia; el organizador Acu?a y los r¨¢pidos Ben¨ªtez y Rojas. A menos que lo resuelva antes Chilavert (35 goles marcados en su carrera) con ese gol de tiro libre que ha jurado no dejar¨¢ el Mundial sin conseguirlo.
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