Una testigo culpa al Ej¨¦rcito mexicano de la ejecuci¨®n de varios ind¨ªgenas

Acusada de militar en el Ej¨¦rcito Popular Revolucionario (EPR), la estudiante de sociolog¨ªa de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) Erika Zamora, de 21 a?os, fue encarcelada en la prisi¨®n del puerto de Acapulco, y desde all¨ª denunci¨® que la operaci¨®n castrense del d¨ªa 7 contra aquella guerrilla fue sin cuartel: gentes desarmadas fueron muertas rendidas y los detenidos sufrieron torturas. Once supuestos miembros del marginal EPR, que opera en Guerrero y Oaxaca, perdieron la vida en el asalto militar a la escuela.

"Entre las 5.30 y las 6 de la ma?ana, el primer ind¨ªgena sali¨® con las manos en alto. Se hinc¨® y dijo: "Me rindo, perd¨®nenme, nosotros no tenemos armas, no tiren". Hincado, lo acribillaron. Fue el primer muerto de la cancha", acus¨® la detenida en un testimonio que public¨® el lunes La Jornada.Las circunstancias en que cayeron las 11 personas acusadas de empu?ar las armas en el EPR difieren seg¨²n el Ej¨¦rcito, la fiscal¨ªa, los detenidos o los sobrevivientes, y esas discrepancias condujeron al debate, y a la solicitud, cursada por varias ONG de que intervenga la Suprema Corte de Justicia en las investigaciones. La Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR), que no ha encontrado nada punible. "No se trat¨® de ninguna masacre. Fue un enfrentamiento donde el Ej¨¦rcito fue agredido", dijo el subprocurador, Jos¨¦ Luis Ramos.

El Ej¨¦rcito mexicano inform¨® el d¨ªa ocho de que, habiendo observado la presencia de personas armadas en las cercan¨ªas de una escuela, una patrulla se identific¨® como tal y pidi¨® su rendici¨®n. Lejos de hacerlo, los sospechosos corrieron hacia el interior del local, y junto a otros insurrectos abrieron fuego contra la unidad, que respondi¨® con sus armas reglamentarias. El examen practicado a las v¨ªctimas, destac¨® el funcionario, certifica que los disparos causantes de su muerte fueron efectuados a larga distancia. Rafael ?lvarez, de la ONG Miguel Agust¨ªn Pro Ju¨¢rez, dirigido por jesuitas, no lo cree. "?C¨®mo creer que si los del EPR iban armados con fusiles AK-47 y el choque dur¨® seis horas no ha habido soldados heridos?"

Seg¨²n el recuento del activista, fundamentado en el relato de testigos, hubo dos grupos dentro de la escuela cercada: uno, desarmado; otro guerrillero. El primero -20 veinte campesinos-, fue obligado a tumbarse en una cancha de baloncesto. Un ind¨ªgena que no entendi¨® la orden, al parecer el mismo al que se refiere Erika Zamora, result¨® muerto. "Otro que levant¨® la cabeza para ver a qui¨¦n hab¨ªan disparado, tambi¨¦n fue tiroteado. Nos lo dijo el tercero en la fila, que sobrevivi¨®", dijo ?lvarez. De acuerdo a sus imputaciones, los soldados dispararon sobre las cabezas de los campesinos, y entonces, desde la escuela, los guerrilleros atacaron al Ej¨¦rcito. El destacamento replic¨®. La Jornada titul¨® el lunes: "En El Charco se ejecut¨® a campesinos desarmados".

El intercambio dur¨® 10 minutos y cuando ces¨® los militares siguieron gritando que salieran, y volvieron a disparar. Erika dice que hubo campesinos muertos y heridos dentro del sal¨®n, pero ignora el n¨²mero.

[Por otra parte, los analistas mexicanos est¨¢n convecidos de que el ataque contra una patrulla militar en Guerrero, que caus¨® la muerte a tres soldados y heridas a otros tantos, es una represalia del EPR. A pesar de ello, el ministro de Defensa, Enrique Cervantes, asegur¨® anoche que no est¨¢ del todo claro qui¨¦n llev¨® a cabo la emboscada del lunes. No es la opini¨®n del fiscal del Estado, que acus¨® directamente al grupo guerrillero, seg¨²n informa Reuters.]