JOSETXU PEDROSA DEPORTISTA PARAL?MPICO "Quiero so?ar que el deporte es puro, pero me doy el batacazo"
Su ficha deportiva pertenece a la Federaci¨®n de Paral¨ªticos Cerebrales lo que no le impide tener una clara visi¨®n de este mundo al que lleg¨® un 27 de julio de 1969 en Barakaldo. Josetxu Pedrosa, "primero persona, luego deportista y m¨¢s tarde paral¨ªmpico", presenta un palmar¨¦s deportivo digno de elogio, con un par de subcampeonatos mundiales de ciclismo, otros tantos europeos adem¨¢s de siete campeonatos de Espa?a y dos diplomas ol¨ªmpicos. "He logrado lo que a muchos profesionales les hubiera gustado alcanzar", confirma este ciclista empe?ado en alcanzar un mundo limpio en el que sea tan solo un deportista m¨¢s al que los medios de comunicaci¨®n no le dediquen los minutos de la basura. Mientras, hace ya un par de meses que trabaja como administrativo en una empresa de autobuses. Pregunta. ?Le molesta la diferencia que se hace entre deportista y paralip¨®meno? Respuesta. Yo solo me considero un deportista, uno como los dem¨¢s. No me llamo a m¨ª mismo paradeportista; si me paro, no ando. Eso s¨ª, hay una diferencia y no es otra que la categor¨ªa. Ellos est¨¢n en primera divisi¨®n, mientras nosotros competimos en segunda con menos medios. Claro que la diferenciaci¨®n me molesta por mucho que trate de evitarla. Adem¨¢s, siempre tengo la permanente sensaci¨®n de ser menos deportista. Yo no puedo dedicarme plenamente al deporte con todo lo que conlleva. Puedo so?ar, pero enseguida despierto y lo veo claro. P. Sin embargo, usted posee un palmar¨¦s deportivo considerable. R. He logrado lo que a muchos profesionales les hubiera gustado alcanzar. El problema es que lo nuestro no se valora en su justa medida, solo hasta cierto punto. A la sociedad le queda mucho por aprender. Detr¨¢s de un campeonato est¨¢ todo un trabajo, el esfuerzo de un a?o de entrenamientos diarios como cualquiera. P. Creo que le molesta especialmente el trato diferente desde los medios de comunicaci¨®n. R. Yo no he recibido una sola cr¨ªtica en toda mi carrera. Me gustar¨ªa que desde los medios tambi¨¦n se me criticara como sucede con el resto de deportistas. La palmadita est¨¢ muy bien, pero a m¨ª me apetecer¨ªan no solo los elogios sino tambi¨¦n las cr¨ªticas. Adem¨¢s, a veces, es demasiado evidente que s¨®lo servimos para rellenar las p¨¢ginas cuando no hay otra cosa. Deber¨ªan pensar que tambi¨¦n tenemos nuestro corazoncito, que tenemos sentimientos, que somos personas. Tengo mis rachas buenas y malas, como cualquiera, pero con una limitaci¨®n, aunque otros muchos tambi¨¦n las tienen. Por ejemplo, yo manejo el ordenador con un bol¨ªgrafo en la boca,pero hay quienes ni siquiera saben encenderlo. P. ?Es limpio el deporte paral¨ªmpico? R. Ni mucho menos; aqu¨ª hay mucha picard¨ªa, tanta o m¨¢s que en el deporte profesional. Menos mal que no nos jugamos nada en lo econ¨®mico pues, de lo contrario, andar¨ªamos con metralleta. A m¨ª todo eso me enfada mucho. En este deporte hay mucha mierda, muchos intereses de todo tipo como, por ejemplo, que un pa¨ªs consiga m¨¢s medallas que otro. Yo quiero creer que el deporte es puro y honrado, pero cuando despierto del sue?o me doy el batacazo. En numerosas ocasiones, el deporte es m¨¢s pol¨ªtica que otra cosa. Por ejemplo, en los Juegos de Atlanta, despu¨¦s de que un autob¨²s que se cruz¨® en mi camino me impidiera alcanzar medalla, me sent¨ª desprotegido desde nuestra federaci¨®n y, para m¨ª, todo se deb¨ªa a mi origen, ser de Bilbao. P. Pinta usted un panorama desolador. R. Es que hay muchos problemas, por ejemplo, el de la gente que se aprovecha. Gente cuya minusval¨ªa no afecta a su carrera y que solo se han apuntado al deporte paral¨ªmpico cuando han visto una salida deportiva y econ¨®mica despu¨¦s de no brillar en el deporte profesional. Precisamente por ello se deber¨ªa valorar mucho m¨¢s aquello que hacemos los deportistas con minusval¨ªas de verdad, que lo que hacen los que se aprovechan de las circunstancias. P. Y eso que denuncia, ?no tiene soluci¨®n? R. No es f¨¢cil, m¨¢xime teniendo en cuenta que dependemos de tres federaciones: Paral¨ªticos cerebrales, Disminuidos f¨ªsicos y la Once. El problema es que esta ¨²ltima organizaci¨®n es tan grande y con tanto poder el resto ha de bailar a su son.
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