"Quiero estar en el equipo, no ser el capit¨¢n"
Pregunta. Usted no ten¨ªa previsto presentarse a las primarias ?Por qu¨¦ dio ese paso? Respuesta. Por dos razones: porque vi que el proceso era de verdad y puedes plantear una alternativa con libertad; y porque pienso que soy una buena opci¨®n para que el PSOE gane la alcald¨ªa de Sevilla. P. ?Le ha perjudicado su apoyo a Borrell? R. No. Durante la campa?a de las generales hubo insinuaciones de que si lo apoyaba pod¨ªa ser m¨¢s discutido entre los cuadros del partido para la candidatura a la alcald¨ªa. Creo que se ha ligado esto como una operaci¨®n interna que no tiene nada que ver. De lo que se trata es de buscar al mejor candidato para ganar la alcald¨ªa de Sevilla para el partido. P. Sus compa?eros no se creen que usted s¨®lo quiera ser alcalde. R. Supongo que puede ser un problema de inseguridad, no de otra cosa. Estoy dedicado a mi trabajo en el ayuntamiento, en el Senado y en distintas ¨¢reas del partido. Trabajo formando parte de distintos equipos. Es lo que yo quiero hacer: estar y formar parte del equipo. No quiero ser capit¨¢n del equipo ni entrenador del equipo, sino miembro del equipo. P. ?Ahora est¨¢ en el banquillo? R. Estoy en el intento ¨²nicamente de conseguir la nominaci¨®n como candidato y desde luego, si lo soy, mi actitud va a ser la de intentar estar todos juntos, para volver a empezar a trabajar con menos divisiones y sectarismos, m¨¢s abiertos de cara a la sociedad, para ayudar a que la direcci¨®n regenere sus m¨¦todos de relaci¨®n con los militantes, para que el liderazgo se base en la capacidad de elaborar propuestas y dise?ar alternativas. M¨¢s en eso y menos en la capacidad o el poder de nombrar y desnombrar, de controlar y simplemente mandar. Yo creo que hace falta que se produzca un cierto cambio de cultura en las direcciones: que en vez de pensar en mandar, se piense m¨¢s en dirigir y en orientar. P. Sus amigos dicen que, en el fondo, lo que usted quiere es que le quieran. R. Eso lo quiere todo el mundo. Lo que pasa es que yo me di cuenta muy joven que no te pod¨ªa querer todo el mundo al mismo tiempo. Ja, ja, ja. Eso es imposible. Pero claro, que no te quiera todo el mundo, no quiere decir que no te pueda respetar la mayor¨ªa. Intento hacer las cosas sin traspasar l¨ªmites para que no me pierdan el respeto ni para yo perd¨¦rmelo a m¨ª mismo. P. Es sorprendente que una persona que ha sido secretario general del PSOE 10 a?os y presidente de la Junta durante seis pida respeto para su trabajo. R. Creo que la inmensa mayor¨ªa de los militantes lo respetan. Todos. Bueno..., todos no. Pero la inmens¨ªsima mayor¨ªa. Lo que pasa es que los conflictos secundarios del partido hacen que la gente est¨¦ en una posici¨®n u otra. En pol¨ªtica se debe estar en t¨¦rminos positivo, proponer, estar con alguien a favor de algo. Sin embargo, se ha extendido la cultura de que se aglutina m¨¢s estando contra algo o contra alguien. Eso es negativ¨ªsimo, porque s¨®lo genera en quien lo organiza y en quien los recibe, sentimiento bajitos y actitudes mezquinas. Le propondr¨ªa a los compa?eros que pensaran que no se trata de estar contra alguien en estas primarias, sino de estar a favor de algo: de ganar la alcald¨ªa de Sevilla. Y si conseguimos ir trabajando as¨ª, pues, seguramente se ir¨¢n superando muchas heridas y alguna poca gente que siempre est¨¢n buscando un enemigo para tener gente alrededor tendr¨¢n que recomponer su actitud. P. Usted ha dicho que en Sevilla ha dos candidatos mejores que usted: Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra. ?Incluir¨ªa a Carmen Hermos¨ªn en esa lista? R. Incluir¨ªa dentro de los mejores y lo podr¨ªa votar, si se hubiera presentado, a Rafael Escuredo. Y tambi¨¦n he pensado que si hubiera habido una candidata mujer con conocimiento, con trayectoria pol¨ªtica y con discurso, no me hubiera presentado. Y estoy pensando en Carmeli o en Amparo Rubiales. En 1991 el mejor candidato era Manuel del Valle y el segundo en las encuestas era yo. Mientras Del Valle estuvo en la palestra yo ni siquiera le comuniqu¨¦ a mi partido que hab¨ªa otra posibilidad. S¨®lo cuando dej¨® de estar en la palestra. P. ?Por qu¨¦ se present¨® a Y¨¢?ez en el 91? R. Porque se pensaba, igual que pueden pensar algunos ahora, que con las siglas del partido y con la intenci¨®n de voto del partido se gana. Y en unas municipales hay que sumar tres cosas para ganar: la intenci¨®n de voto, conocimiento y reconocimiento del candidato como posible optante a la alcald¨ªa y credibilidad del candidato como posible buen gestor de la ciudad. Uniendo esas tres cosas, se gana; si no, se pierde. En el 91 ten¨ªamos intenci¨®n de voto alta y nos faltaba las otras dos. En el 95, nos faltaba la intenci¨®n de voto. Ahora podemos unir las tres. P. ?Le cost¨® trabajo adaptarse a ser concejal? R. Sin duda. Hubo unos primeros meses que tuve que adaptarme. La gente piensa que s¨®lo he sido presidente de la Junta y que no ha habido un hiato entre ese cargo y el Ayuntamiento. Y lo ha habido. He estado trabajando como profesor de la Universidad; era miembro del Consejo Econ¨®mico y Social en calidad de experto y de un colegio arbitral que mediaba en los conflictos del metal en toda Espa?a. En esos cinco a?os, estaba acostumbrado a decir la ¨²ltima palabra en determinadas cosas y cuando llegu¨¦ al Ayuntamiento vi que nunca iba a decir la ¨²ltima palabra y en nada. P ?Ese tiempo se perdi¨® a la hora de ejercer la oposici¨®n? R. No, no. La labor del partido socialista en el Ayuntamiento ha sido de impulso, no de testigo de lo que pasa. Y hemos colaborado a que ante la opini¨®n p¨²blica se vea que el Ayuntamiento es un desmadre; que hay ¨¢reas en las que no s¨®lo hay mala gesti¨®n sino desfachatez, como en Urbanismo o Deportes; que no se ha generado ni una sola idea grandiosa para la ciudad; y hemos conseguido que el PA aparezca como un grupo pol¨ªtico menor susceptible de pegarse a quien sea con tal de conseguir lo que sea. Ese trabajo tiene resultados pol¨ªticos hasta tal punto que el PSOE es visto como alternativa y yo soy considerado como el candidato m¨¢s l¨®gico de la alternativa. P. Y si ha logrado diluir al PA ?por qu¨¦ en su partido se critica su labor de oposici¨®n? R. En la oposici¨®n s¨®lo grita quien no ha gobernado nunca o quien no tiene posibilidades de gobernar, porque el que se postula como alternativa siempre procura mantenerse en el nivel de la propuesta. En segundo lugar: la oposici¨®n no es s¨®lo un mes, sino cuatro a?os. He intentado a lo largo de este tiempo que, al llegar a un a?o de las elecciones, el PA ya estuviera en una clara tercera posici¨®n para poder hacer que la confrontaci¨®n fuera n¨ªtida, clara y sola con el PP. Si me hubiera dedicado a otra cosa, seguramente ahora estar¨ªan PP y PA al mismo nivel. Ahora es posible la confrontaci¨®n directa PP-PSOE y creo que es m¨¢s posible si soy yo candidato y m¨¢s dif¨ªcil si hay otro, porque volver¨¢ a producirse la confrontaci¨®n entre PP y PA. P. Si gana Monteseir¨ªn ?usted quedar¨¢ anulado? R. No puede ser igual la oposici¨®n en el Ayuntamiento de Sevilla ni la del PSOE en Sevilla durante el pr¨®ximo a?o si soy el candidato que si no lo soy. Alguien puede decir: "Eso es jugar con ventaja". Y no. Eso, simplemente, es aplicar la ventaja que se deriva de haberme quedado en el Ayuntamiento. Ser¨¢ dif¨ªcil entrar en el debate y protagonizar el debate municipal desde fuera del Ayuntamiento durante un a?o. Eso puede ayudar a que vayan hacia arriba tanto el PA como el PP. No me duele en prenda decirlo, porque se lo he dicho por escrito a los militantes: corremos el riesgo de convertirnos en tercera fuerza pol¨ªtica en Sevilla. P. ?Con otro candidato? R. Con otro candidato. Conmigo es m¨¢s seguro que vamos hacia la victoria.
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