Modernizar

?Pueden los hombres, c¨®mo el vino, mejorar con la edad? Nos planteamos esta cuesti¨®n al fijarnos en el Marruecos de 1998, donde, por voluntad de un hombre -el rey- se desarrolla una experiencia pol¨ªtica apasionante cuyo resultado podr¨ªa pesar no s¨®lo sobre el futuro del pa¨ªs, si no tambi¨¦n sobre el de varios reg¨ªmenes ¨¢rabes y musulmanes que necesitan modernizarse. El envite de esta experiencia de cohabitaci¨®n a la marroqu¨ª no es peque?o, ya que se trata de saber si la monarqu¨ªa puede modernizarse, democratizarse; y si Marruecos puede realizar una pol¨ªtica econ¨®mica de cambios totales. Honra a Hassan II el haber comprendido que debe legitimar un r¨¦gimen feudal con dificultades econ¨®micas y sociales, amenazado por el fermento isl¨¢mico. Honra al jefe de la oposici¨®n socialista, Yussufi, aceptar el desaf¨ªo que constituye colocar los ra¨ªles de una sociedad corneada por la duda y trabaja da por la injusticia. (...) Sabe que su acci¨®n reformista se juzgar¨¢ por los resultados y que puede ser destituido en cualquier momento. Pero tambi¨¦n sabe que Hassan II, que ha mantenido su poder sobre las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior es un sagaz pol¨ªtico. (...) A Hassan II no le falta inteligencia: Sabe que una derrota del equipo de Yussufi tambi¨¦n ser¨ªa suya y podr¨ªan doblar las campanas para una monarqu¨ªa que no tiene otra elecci¨®n que la de renovarse si quiere perdurar.

, 24 de junio