Argentina, con el cintur¨®n puesto
Luminoso estreno de Gallardo frente a una impotente Croacia
Demasiada Argentina para tan liviana Croacia en una ri?a de invictos. La solvencia est¨¢ de parte de Passarella, que ha transmitido al equipo su rostro robusto, de tipo duro, de dif¨ªcil acceso. Dir¨ªase que es una de las maneras de personificar la seguridad. Nada que ver con Blazevic, muy estresado, pasional, capaz de darse un portazo a la salida del ba?o y da?arse la nariz. Le falt¨® a su equipo car¨¢cter y sentido de grupo. Juegan los croatas seg¨²n el d¨ªa y el rival. Tienen futbolistas determinantes, muy capaces de decidir en una acci¨®n puntual, pero les falta un hilo de juego y regularidad para ganar un Mundial. Van y vienen y nunca se sabe d¨®nde paran.Tambi¨¦n Argentina es una selecci¨®n opinable, corregible y, si se quiere, mejorable. Pero es un equipo solvente. El ¨²nico imbatido. Cuenta con un plan de juego y el grupo, una vez puesto en la cancha, resulta un libro abierto. Juegue quien juegue, cada zamarra quiere decir una cosa. Movi¨® ayer Passarella al plantel y aparecieron nuevos futbolistas, una manera distinta de interpretar el juego, pero igualmente fiables. Paz y Vivas acompa?aron a Ayala en la zona trasera, y Croacia se qued¨® tambi¨¦n a cero como Jap¨®n y Jamaica. Entr¨® Pineda como volante tirado a la izquierda, el puesto de Simeone, y meti¨® el gol. Y estren¨® titularidad Gallardo, y el Mu?eco llen¨® el partido con su personalidad y sus gestos t¨¦cnicos, dos cosas que se agradecen cuando los partidos decaen.
La entrada de Gallardo dej¨® al Piojo L¨®pez en el banquillo y empuj¨® a Ortega unos metros m¨¢s adelante, jugando pr¨¢cticamente como segundo punta, al lado de Batistuta. El Burrito perdi¨® contacto con la pelota y estuvo largo rato a disgusto, as¨ª que decidi¨® bajar unos metros y se dej¨® caer por distintos sectores del campo. Estuvo por la izquierda, donde se gan¨® una tarjeta, y apareci¨® por el centro en una contra. Le bast¨® para parir el gol. Toc¨® para la subida de Pineda, la pelota dio en la cabeza de Simic y el rechace habilit¨® al zurdo de Boca, que la meti¨® para adentro, previo control con el pecho.
El gol solvent¨® el ¨²nico asunto que lleva a maltraer a muchos argentinos. Pese a la presencia de Batistuta, al equipo se le ven ciertas dificultades para el gol. No tiene la misma clarividencia para desarmar que para armar. Tiene un cierto desequilibrio, una situaci¨®n que provoca un refer¨¦ndum diario sobre si Ortega es demasiado individualista o poco solidario, acerca del peso que debe tener Gallardo en el gobierno de la contienda y en torno a si el 5 debe ser o no para un tipo tan contenedor como Almeyda. Visto el partido de ayer, las cosas est¨¢n en que Gallardo pide entrar. A Ver¨®n nadie le quita el puesto. La suya es una din¨¢mica de juego que revoluciona el partido, para bien o para mal, pero lo mueve cuando el partido se duerme.
Croacia no tiene despertador. No estuvo muy serena en defensa ni en ataque. Es un equipo plagado de jugadores de entrejuego. No hay un solo pata de palo, pero le falta salida desde atr¨¢s y llegada. No hubo ayer noticias de Suker, perdido por entre la zaga argentina. Se apreciaron unos buenos pasajes de Asanovic por el carril izquierdo, cierta autoridad de Boban en el centro y los detalles de siempre de Prosinecki. Pero le falt¨® cuerpo para agarrar el partido. Tuvo pocas opciones de gol, y la m¨¢s clara -el disparo de Vlaovic dio en la cruceta- pareci¨® m¨¢s un remate con suerte que un disparo premeditado. Poca dinamita para una Argentina que avanza muy puesta en el torneo.
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