Estallido de ira en Argelia tras el asesinato del popular cantante Matub
La capital de la Kabilia argelina, Tizi Uzu, fue invadida ayer por cientos de personas que mostraron su c¨®lera y su dolor por la muerte del cantautor Lunes Matub, asesinado el pasado jueves por un comando integrista. Desde primera hora de la ma?ana llegaron grupos procedentes de Argel, donde la comunidad kabile?a es muy numerosa, y de la zona de las monta?as del Yuryura, basti¨®n tradicional del nacionalismo bereber.
La muchedumbre se congreg¨® a la puerta del tanatorio del hospital Mohamed Nedir, donde reposan los restos mortales de Matub, de 42 a?os. A las estremecedoras escenas de rabia y de dolor se sumaron pronto las de c¨®lera.Grupos de j¨®venes armados con piedras y barras de hierro tomaron por asalto el centro de la ciudad levantando barricadas, quemando neum¨¢ticos, y destrozando ense?as luminosas, carteles p¨²blicos, locales oficiales y algunos comercios. La agencia local de la compa?¨ªa a¨¦rea Air Algerie, una oficina de seguros y la delegaci¨®n del Ministerio de Agricultura fueron destrozados. La presencia de la polic¨ªa, muy numerosa el d¨ªa anterior al conocerse la noticia del asesinato del cantante, result¨® mucho m¨¢s discreta en la ma?ana de ayer.
Los manifestantes se apoderaron del centro de Tizi Uzu, cortando la circulaci¨®n y creando un aut¨¦ntico caos. Seg¨²n las agencias de prensa internacionales y los periodistas argelinos presentes, fueron numerosos los saqueos y destrozos. Cuando un grupo de j¨®venes quiso atacar la sede de la Prefectura (Gobierno provincial), la polic¨ªa que acordonaba el edificio lanz¨® granadas lacrim¨®genas y dispar¨® al aire para disolver a los alborotadores.Las fuerzas de seguridad, que llevaban 24 horas en estado de m¨¢xima alerta, desistieron de intervenir, y al final de la ma?ana la calma volvi¨® a la capital de la Kabilia.
Los j¨®venes manifestantes, cuyo n¨²mero nunca sobrepas¨® los dos centenares, gritaron consignas contra el integrismo isl¨¢mico, contra el Gobierno y contra la Ley de Arabizaci¨®n que entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo d¨ªa 5 de julio. Esta ley es considerada como maquinaria de guerra contra el tamazigt, la lengua bereber que habla una cuarta parte de la poblaci¨®n argelina y en cuya defensa militaba Lunes Matub en el seno del Movimiento Cultural Bereber (MCB). "No queremos ser arabizados", coreaban los j¨®venes manifestantes.
Los dos principales movimientos que defienden la identidad bereber, el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), liderado por Hocin Ait Ahmed, y la Reagrupaci¨®n por la Cultura y la Democracia (RCD), de Said Saadi, parecen haber dejado a un lado sus divergencias para sumarse a la condena del asesinato. El RCD se opone radicalmente al islamismo mientras que el FFS es firme partidario de una soluci¨®n pol¨ªtica a la grave crisis que vive el pa¨ªs, que incluya al proscrito Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS).
La Kabilia es una de las regiones m¨¢s pobres y superpobladas de Argelia. En ella viven unos cinco millones de personas de una agricultura de subsistencia y una incipiente industrializaci¨®n, m¨¢s fantasiosa que eficaz. La poblaci¨®n emigrada argelina en Francia es de mayor¨ªa kabile?a. Una parte importante de la alta oficialidad del Ej¨¦rcito argelino, en particular los responsables de los servicios de informaci¨®n militares, son tambi¨¦n kabile?os. El que fuera durante dos decenios jefe de la poderosa Seguridad Militar, Kasdi Merbah, asesinado hace cinco a?os por un clan rival en el seno del poder, hab¨ªa nacido en la localidad kabile?a de Taurirt Musa, a pocos kil¨®metros del pueblo del popular cantante Matub, donde ¨¦ste ser¨¢ enterrado ma?ana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.