Defensivismo y tacticismo
... En este Mundial se consolidaron dos modos de represi¨®n: el defensivismo (Italia) y el tacticismo (Noruega). En el primer caso, a los jugadores se les impide atacar (a algunos hasta jugar: Baggio) y en el segundo la computadora les impide pensar. Estas dos escuelas de no perder se enfrentaron en octavos y en cada minuto de partido era irremediable pensar que a los que est¨¢bamos ah¨ª, como espectadores, nos estaban hurtando cosas serias. Pedro Ochoa, gran jugador argentino de los a?os veinte, explic¨® con la claridad de un ni?o el proceso creativo de un jugador y es precisamente esa ingenuidad la que le pone mejor luz al tema: "?Si pienso la jugada?. A veces s¨ª, pero cuando paso a un rival y me sale otro y otro, ya no se puede pensar nada porque la cabeza no da. Entonces las piernas se encargan de seguir haciendo el regate". Qu¨¦ piernas ni piernas, ahora mismo todo debe pasar por el cerebro... del entrenador.... Con el siglo parece irse, tambi¨¦n, el talento muscular. De hecho todo jugador que recibe una pelota busca, entre una tormenta de ideas, una soluci¨®n ajustada a su medida; en esa criba mental algunos, y s¨®lo a veces encuentra una piedra preciosa porque la excelencia necesita de un lugar, de un momento y de un talento superior. Permiso para esa aventura (la de crear) s¨®lo la tienen un par de hombres por equipo y siempre que sea en zonas no militarizadas.
... Mondrag¨®n, portero de Colombia, hab¨ªa realizado un partido inolvidable que no alcanz¨® para salvar al equipo de la eliminaci¨®n. Cuando finaliz¨® el partido se puso a llorar de rabia en el patio de su casa (la porter¨ªa) y a la vista de todo el mundo. Conmueve la derrota del luchador. Entonces empieza el desfile de los jugadores de Inglaterra, que le arriman consuelo. Pasa Beckman, Adams, Seaman... y esa ceremonia empieza a parecer un homenaje a la verg¨¹enza. Tambi¨¦n con actitudes se hace grande al f¨²tbol.
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