Una negociaci¨®n contradictoria
Dudas y ambig¨¹edades han dominado la posici¨®n espa?ola en la reforma del sector aceitero
Las negociaciones para la reforma de la Organizaci¨®n Com¨²n de Mercado (el sistema de ayudas de la Uni¨®n Europea) del sector olivarero han desencadenado en los dos ¨²ltimos a?os una movilizaci¨®n social sin precedentes en lo que se refiere a las luchas del sector agrario y de la sociedad en general en defensa de los intereses de este cultivo.Durante los ¨²ltimos 24 meses, la lucha para lograr la mejor reforma posible se instal¨® tanto en el propio sector como en otros colectivos que se sumaron a las reivindiacciones de los olivareros, organizadas en torno a la llamada Mesa para la Defensa del Aceite de Oliva. Como tampoco se hab¨ªa producido nunca en otra reforma agr¨ªcola europea, la Administraci¨®n tuvo siempre todo el apoyo del sector a la hora de entablar sus negociaciones en Bruselas.
Durante las ¨²ltimas fechas se ha producido una batalla de descalificaciones y de autoproclamas de ¨¦xito tras el acuerdo logrado en Luxemburgo. La Administraci¨®n no se ha recatado en se?alar que se ha logrado un triunfo. Para ello ha enarbolado casi exclusivamente la bandera de la cuota y el punto del que se part¨ªa (una baja oferta comunitaria), y ha subrayado las penalizaciones reales que ya estaba sufriendo el sector en las campa?as precedentes.
El Ministerio de Agricultura tiene raz¨®n cuando alega que el nuevo acuerdo no es peor que el actual sistema en materia de cuotas. La cuota actual comunitaria de 1.350.000 toneladas era totalmente insuficiente. Pero la realidadd, sin embargo, es que, adem¨¢s de la cuota, son muchos m¨¢s los puntos que estaban sobre la mesa y sobre los que en algunos casos, como en la pol¨ªtica de almacenamientos, no se han cerrado las negociaciones.
Haciendo un balance global de los resultados, ser¨ªan m¨¢s los puntos con interrogantes que los logros cerrados. Espa?a, como primer pa¨ªs productor de aceite de oliva del mundo, lejos de estar en Bruselas con una postura de peso en defensa de la Organizaci¨®n Com¨²n de Mercado, ha sido el primer pa¨ªs mendigando d¨ªa a d¨ªa unas toneladas que responden a la realidad de su olivar. La impresi¨®n en medios grarios es que si las negociaciones se hubieran comenzado como han terminado, hubiera sido otro el resultado.
En relaci¨®n con el proceso negociador espa?ol, en medios agrarios hay coincidencia en las siguientes cr¨ªticas u observaciones.
Nunca se supo con certeza si Espa?a propugnaba una reforma r¨¢pida o lenta. Al inicio de las negociaciones, el Ministerio de Agricultura fue el principal opositor a que la reforma de la Organizaci¨®n Com¨²n de Mercado para el aceite de oliva se incluyera en la llamada Agenda 2000, con aprobaci¨®n para el pr¨®ximo a?o. Posteriormente se apoy¨® la v¨ªa lenta para la reforma, previos pactos con Italia. Al final, Espa?a volvi¨® a tratar de aplazar la reforma retrasando el dictamen del Parlamento.
No ha estado claro si hab¨ªa que pactar o no con Italia. En un primer momento se indic¨® que era indispensable pactar con el segundo pa¨ªs productor. M¨¢s tarde se pact¨® con Italia el dictamen del Parlamento. Al final, Italia ha ido por su cuenta. Tom¨® lo que le interes¨® de ese dictamen, como las cuotas nacionales, y ha sido incluso un pa¨ªs opuesto a la propuesta espa?ola.
No ha estado claro durante todo el proceso si Espa?a quer¨ªa la cuota ¨²nica comunitaria o una cuota por pa¨ªses. En un primer momento, en base a un posible pacto con Italia se aceptaba una cuota nacional, pero siempre que fuera elevada, admitiendo la posibilidad de una cifra fraudulenta e irreal de producci¨®n en Italia siempre que la cuota espa?ola fuera suficiente. Al final, Agricultura ha esgrimido ante la galer¨ªa la necesidad de una sola cuota comunitaria, aunque esas intenciones no se han concretado en la negociaci¨®n final, en la que todo se ha centrado en el regateo por una sola cuota nacional.
No ha existido una estrategia clara ante la Uni¨®n Europea. En un primer momento, la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, abord¨® la reforma de la Organizaci¨®n Com¨²n de Mercado con una clara posici¨®n de enfrentamiento con el comisario de Agricultura, el austriaco Franz Fischler. De una posici¨®n de extrema dureza se pas¨® a ¨²ltima hora a otra posici¨®n m¨¢s negociadora, sin que ello haya mejorado el resultado final.
Espa?a no ha tenido claro cu¨¢l deber¨ªa ser su posici¨®n ante las denuncias efectuadas por el propio Tribunal de Cuentas sobre los datos del olivar y el fraude. Loyola de Palacio insinu¨® hace unos d¨ªas, en la ronda final de las negociaciones, la posibilidad de denunciar la reforma ante el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea por estimar que se iba a aprobar la misma en base a unos datos falsos. Esta insinuaci¨®n de la ministra no se ha concretado, y la Administraci¨®n espa?ola dej¨® aparcadas sus amenazas ante las ofertas finales de aumento de la cuota nacional de producci¨®n subvencionada.
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