Homenaje a Francisco Guerrero

La vida de Francisco Guerrero fue intensa y breve pues naci¨® en 1951 y muri¨® el a?o pasado. Sin embargo, el nombre y la obra de esta fuerte individualidad se impondr¨¢n cada d¨ªa con mayor potencia. El homenaje que le ha rendido el festival granadino en el Patio de los M¨¢rmoles del Hospital Real, es todo un indicio y el ¨¦xito adquiere mayor significaci¨®n dada la actitud est¨¦tica mantenida por Guerrero de manera ejemplar: ni una abdicaci¨®n ni una concesi¨®n ni un ceder el rigor y la m¨¢xima exigencia.Este admirable granadino de Ja¨¦n llevaba la m¨²sica en la sangre y aprendi¨® a bien conocerla desde ni?o en el entorno familiar. Luego, de modo decidido, se expres¨® en un lenguaje musical sustantivamente actual y radicalmente personal. Jam¨¢s fue eco sino voz provocadora de ecos. Contaba 24 a?os cuando compuso Opus 1, manual, para piano interpretado ahora admirablemente por Myriam G¨®mez y el mismo a?o de 1976 escribi¨® Anemos C para vientos y percusiones, una p¨¢gina sobre la que se alza levemente la sombra de Var¨¨se aunque en Guerrero admiramos mayor profundidad y menor espectacularidad: no era lo suyo. Diverso en cierto aspectos formales es el precioso Concierto de c¨¢mara (1977), para flaut¨ªn, clarinete, bajo y cuerda, en el que, como en toda la creacion guerreriana, campea un orden interno determinante del equilibrio de las formas resultantes, nunca convencionales. Y resplandece el exacto sentido de la duraci¨®n estrechamente ligado al del tempo musical y al mismo lenguaje.

Repertorio

Un paso m¨¢s y nos encontramos con Ars combinatoria (1980) de t¨ªtulo suficientemente orientador, para grupo de viento, obra a la que da propia respuesta el compositor en Zayin II (1989) para tr¨ªo de arcos desvelado con primor por Ben Kretih, viol¨ªn, Ana Mar¨ªa Alonso, viola y Paul Friedhoff, violonchelo. De modo an¨¢logo, Delta Cephei, para dos clarinetes y cuerda, de 1992, parece una soluci¨®n resumida y esencial del pensamiento sonoro y el lenguaje de Guerrero. Mucho se comenta y comentar¨¢ el repertorio ideol¨®gico, t¨¦cnico y procedimental, de Guerrero; su organizaci¨®n combinatoria, su ideaci¨®n puramente sonora o en los ¨²ltimos a?os su adscripci¨®n a lo fractal. Yo prefiero ver y escuchar al m¨²sico de gran imaginaci¨®n, decidiendo, cada vez, el orden, las sutilezas y la musculatura de sus creaciones en busca de un resultado tan natural y enraizado como la forma de un ¨¢rbol, seg¨²n dec¨ªa el propio Guerrero.El talento musical del compositor y director Ernest Mart¨ªnez Izquierdo y la singular capacidad de cuantos forman el Proyecto Gerhard evidenciaron con toda veracidad lo que fue Francisco Guerrero, una voz fuerte, luminosa y universal tempranamente apagada. La respuesta de una audiencia numerosa e interesada fue especialmente entuasiasta y aut¨¦ntica.