3.000 desfiles en verano para probar la paz
La campa?a de desfiles que se celebran en verano en Irlanda del Norte y que se inicia ma?ana revelan a?o tras a?o las profundas diferencias entre cat¨®licos y protestantes y constituyen una amenaza para la paz, a¨²n fr¨¢gil.
La pasi¨®n, la intransigencia y, a menudo, la violencia acompa?an estos a?ejos desfiles, que conmemoran victorias militares de hace tres siglos, y que siguen siendo un enigma en el conflicto norirland¨¦s. En el Ulster, son cuesti¨®n de tradici¨®n, una ocasi¨®n para las dos comunidades de celebrar su identidad diferenciada, su cultura y lo que ellos llaman sus territorios, aun a riesgo de sembrar la violencia interconfesional a su paso.
Hay m¨¢s de 3.000 desfiles cada a?o, organizados en su mayor¨ªa por la Orden de Orange, la mayor cofrad¨ªa protestante de la provincia, que cuenta con cerca de 80.000 miembros. S¨®lo 16 de esas marchas plantean problemas, porque atraviesan barrios enemigos, incluso aunque s¨®lo sea por unas decenas de metros.
La controversia en torno al itinerario de la marcha de Drumcree a Portadown se centra en los 783 metros de la calle que los orangistas quieren recorrer. Los residentes cat¨®licos de Garvaghy Road, un enclave cat¨®lico dentro de un Portadown en donde el 70% de los habitantes son protestantes, se oponen categ¨®ricamente a esta marcha. El paso bajo sus ventanas de los orangistas celebrando la Batalla del Boyne, que en 1690 vio la victoria al Ej¨¦rcito del rey protestante Guillermo de Orange sobre el rey cat¨®lico James II, es considerado como una provocaci¨®n inadmisible, aunque s¨®lo dure siete minutos y medio.
La marcha anual de Drumcree, que toma el nombre de una iglesia local de Portadown donde se celebra un servicio religioso, se ha convertido en el s¨ªmbolo de las divisiones entre las dos comunidades norirlandesas.
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