Candidato Mor¨¢n
Ciento ochenta votos pueden no ser nada y lo pueden ser todo. El s¨¢bado pasado, el voto de ciento ochenta militantes del PSOE decidi¨® a favor de Fernando Mor¨¢n la disputa que le enfrentaba con Joaqu¨ªn Leguina por la candidatura socialista a la alcald¨ªa de Madrid. La v¨ªspera de la votaci¨®n, un diputado de esta formaci¨®n pronosticaba que el margen a favor de uno u otro no superar¨ªa los ciento cincuenta o doscientos votos. Lo clav¨®, y es que las dos candidaturas hab¨ªan echado las cuentas al c¨¦ntimo. Tan afinado c¨¢lculo ven¨ªa a demostrar hasta qu¨¦ punto en la campa?a se hab¨ªan reproducido a ambos lados las intrigas, los manejos y la guerra de familias que caracterizan a la Federaci¨®n Socialista Madrile?a. Una campa?a en la que no se midieron los argumentos, las propuestas o la pegada de los candidatos en liza, sino su capacidad de maniobrar, atraer y movilizar en su favor a las baron¨ªas que controlan a la mayor¨ªa de los militantes que, para verg¨¹enza del PSOE, no pasan de los 11.000 en Madrid.Apenas completaron el recuento del s¨¢bado y ya se escucharon entre los cr¨ªticos que apoyaron a Mor¨¢n las primeras voces reclamando cuota en la Ejecutiva de la FSM y Acosta le acaba de dar un plazo a Lissavetzky para "trabajar juntos" confirmando el aut¨¦ntico sentido que para ellos ten¨ªan estas elecciones.
La perversi¨®n a este nivel del proceso de primarias ha sido tal, que el partido habr¨¢ de plantearse la necesidad de abrir en el futuro la participaci¨®n a los simpatizantes si quiere cumplir el objetivo de renovaci¨®n y democratizaci¨®n interna que inicialmente pretend¨ªa.
Al margen de los movimientos soterrados de unos y otros, la candidatura de Mor¨¢n practic¨® una eficaz estrategia de victimismo a sabiendas de que nadie dispara contra una ambulancia. Supo darle la vuelta al handicap de la edad, llegando a recordar que era m¨¢s joven que Paul Newman, y acus¨® a su oponente de casi todo, desde ser favorecido por el aparato, hasta presionar a los militantes por tel¨¦fono. Maniobraron adem¨¢s con suma destreza para hinchar sus velas con los vientos propicios de Borrell. ?ste les deb¨ªa un favor a los cr¨ªticos por su apoyo en las primarias nacionales y, aunque se declar¨® neutral en el proceso, riz¨® el rizo para pag¨¢rselo dejando caer a Cristina Narbona con su p¨²blico apoyo. As¨ª lo hizo en calidad de "compa?era sentimental" del ex ministro de Obras P¨²blicas, una declaraci¨®n ciertamente ins¨®lita que la autose?ala como objetivo distinguido de la prensa rosa.
Sea como fuere, lo cierto es que ese proceso ha convertido a Fernando Mor¨¢n en la apuesta de los socialistas para el Ayuntamiento de la capital. El ex ministro de Exteriores encuentra as¨ª en la pol¨ªtica madrile?a el lugar bajo el sol que ya buscara tiempo atr¨¢s y que nunca dej¨® de ambicionar a pesar de su marcha al Parlamento europeo o sus posteriores pretensiones de sustituir a Tom¨¢s y Valiente en el Consejo de Estado cuando ¨¦ste fue asesinado.
Ahora tiene un a?o por delante que se le har¨¢ muy corto. Doce meses escasos para ponerse al corriente de los mil y un problemas que tiene Madrid, quitarse de encima a los trepas, rodearse de gente v¨¢lida y dise?ar un proyecto con soluciones convincentes para no hacer el rid¨ªculo en las elecciones municipales. En esos comicios ya no le valdr¨¢ divagar, hacer invocaciones doctrinarias en abstracto ni marcarse faroles. Los madrile?os quieren que les arreglen su ciudad y quieren saber c¨®mo. Para entonces tampoco tendr¨¢ enfrente, como en las primarias, a un compa?ero de partido con el que no puede debatir abiertamente, sino a un pol¨ªtico dispuesto a dejarle en evidencia.
Puede que los suyos le hayan contado a Mor¨¢n que ?lvarez del Manzano es tonto y que no tiene ni media bofetada frente a un intelectual de su talla. Si es as¨ª, le enga?an. Ese "tonto" tiene m¨¢s conchas que un gal¨¢pago, ha barrido a la izquierda en las dos ¨²ltimas elecciones y ahora mismo en las encuestas sigue dando mayor¨ªa absoluta. Para conquistar Madrid, se necesita algo m¨¢s que los 180 votos que decidieron la pugna en las primarias y que los 11.000 de los militantes socialistas. Hay que ganar un mill¨®n de votos. Yo que usted -se?or candidato-, me pondr¨ªa a trabajar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.