"Hay que empezar a plantearse la suspensi¨®n de las terapias antivirales del sida en afectados sanos"
, ENVIADA ESPECIALAnthony Fauci no necesitaba que en el XII Congreso Mundial del Sida le reconocieran su liderazgo cient¨ªfico mundial en esta infecci¨®n con el premio que le acaba de otorgar al l¨ªder en la investigaci¨®n de este s¨ªndrome. Como investigador y director del Instituto de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, Fauci ha participado en las investigaciones m¨¢s decisivas en la ¨²ltima d¨¦cada. En el ¨²ltimo a?o trabaja con su equipo en desentra?ar el ¨²ltimo reducto de virus que se encalla en las c¨¦lulas y que sigue replic¨¢ndose, a¨²n con los m¨¢s agresivos tratamientos. En esta entrevista, el cient¨ªfico destaca tres ideas b¨¢sicas en el futuro inmediato de la batalla contra el sida. No conf¨ªa en que el VIH, un retrovirus, se pueda erradicar totalmente del organismo; considera que los actuales c¨®cteles antivirales que han revolucionado el tratamiento no podr¨¢n mantenerse de forma cr¨®nica por su toxicidad, y cree que es el momento de plantearse la posibilidad de suspenderlos en aquellos infectados que gracias a ellos permanecen sanos.Pregunta. ?Podr¨ªa finalmente vencerse el sida sin necesidad de erradicar al virus del organismo?
Respuesta. Creo que es posible. Podemos tener un control excelente de la enfermedad sin necesidad de eliminar el virus de todas las c¨¦lulas. Sabemos que, incluso con el ¨¦xito obtenido con las terapias, en el sentido de que el virus sea indetectable, las personas tratadas tienen c¨¦lulas infectadas. La cuesti¨®n es qu¨¦ hacer con este reservorio. ?Es necesario erradicarlo, o podemos crear una situaci¨®n en la cual el propio cuerpo sea capaz de ejercer el control del virus? Las dos posibilidades est¨¢n ah¨ª. Podemos tratar muy prematuramente a alguien con medicamentos antivirales para evitar que el sistema inmunol¨®gico se destruya y, cuando est¨¦ suficientemente fuerte, suspender la terapia para que las propias defensas contengan al virus. Para los pacientes cuyo sistema inmunol¨®gico est¨¢ significativamente destruido, podemos intentar reforzarlo con una vacuna que provoque inmunidad espec¨ªfica antiviral.
P. ?Cree entonces que es factible en algunos casos suspender las terapias?
R. S¨ª lo creo. M¨¢s tarde o m¨¢s temprano vamos a tener que tomar una decisi¨®n sobre esto, porque no es posible estar tratando a la gente durante 10, 15 o 20 a?os con antivirales que son demasiado t¨®xicos.
P. ?Est¨¢ pensando en iniciar alg¨²n ensayo cl¨ªnico en este sentido?
R. La respuesta es s¨ª. Pero antes tenemos que seguir estudiando estos casos, todav¨ªa anecd¨®ticos, de personas que han decidido por s¨ª mismas abandonar las terapias y aprender de ellos c¨®mo el virus no ha rebrotado, aun cuando lo siguen teniendo en sus reservorios celulares. Debemos constatar m¨¢s casos como estos y nos har¨¢n m¨¢s facil la investigaci¨®n en ensayos cl¨ªnicos.
P. De esta posibilidad ?qu¨¦ tipo de afectados se beneficia m¨¢s?
R. Las personas que han tenido una terapia antiviral muy al principio de la infecci¨®n tienen m¨¢s oportunidades para preservar intacta su capacidad inmunol¨®gica y para controlar a las c¨¦lulas que permanecen infectadas.
P. ?Qu¨¦ sucede con la capacidad de estos afectados sanos de contagiar a otros el virus?
R. No se puede decir que no tengan capacidad de infectar. Pero es razonable pensar que, probablemente, esta sea menor porque su carga viral es mucho m¨¢s baja. Pero decir que estas personas no contagian es un error. Un gran error.
P. Realmente, usted no es muy optimista sobre la erradicaci¨®n del virus del sida.
R. No soy demasiado optimista. No significa que no crea que es posible y que no se deba seguir intent¨¢ndolo. Pero, en mi opini¨®n, va a ser una tarea muy dif¨ªcil. Por esto insisto en que existen otras alternativas.
P. En otro orden de cosas, ?aprueba la iniciativa de ONUSIDA de llevar terapias de choque s¨®lo por un mes a embarazadas enfermas del Tercer Mundo?
R. Depende de c¨®mo lo miremos. Si es la forma de prevenir la transmisi¨®n del sida de madre a hijo, es una buena idea. El problema es qu¨¦ pasa con la madre. Y sobre esta cuesti¨®n hay diferentes opiniones. ?No hacemos nada y dejamos a la madre enferma y al ni?o tambi¨¦n, o hacemos algo para evitar la infecci¨®n en el beb¨¦? Desde el punto de vista econ¨®mico no es posible tratar a todas las personas infectadas en los pa¨ªses en desarrollo, a menos que las compa?¨ªas farmac¨¦uticas decidan ofrecer los medicamentos gratis. Y, sinceramente, no creo que esto vaya a ocurrir.
P. Los detractores de la medida piensan que una terapia tan corta crear¨¢ en las madres resistencias al virus frente a una posibilidad de tratamiento futuro.
R. S¨ª, es cierto. Pero ?qu¨¦ posibilidad real tienen esas madres de recibir algun d¨ªa alg¨²n tipo de tratamiento? Es un dilema ¨¦tico muy dif¨ªcil. En un mundo perfecto, lo que se deber¨ªa hacer es tratar a todo el mundo. Todos los pa¨ªses desarrollados y las organizaciones internacionales deber¨ªan aportar dinero para ayudar al tratamiento en el Tercer Mundo. Desafortunadamente, esto no sucede. Esto no pasa ni con el virus del sida, ni con la tuberculosis, ni con la malaria. Hay que recordar que la malaria est¨¢ matando a cientos de miles de personas desde hace a?os. ?Estamos aportando algo para los tratamientos contra la malaria? ?Est¨¢ pagando Espa?a, el Reino Unido, Francia o Estados Unidos? El sida no es muy diferente a todo esto.
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