Entrevista: Mario Benedetti. Escritor "No se puede mirar al futuro, sin saldar cuentas"
Mario Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920) es un hombre como pocos quedan. Perteneciente a esa generaci¨®n de rom¨¢nticos que so?¨® con cambiar el mundo antes incluso de Mayo del 68, no ha renunciado a defender, desde la barricada de sus versos, cuentos y novelas, causas que muchos han traicionado o dado por perdidas. Su biograf¨ªa se construye con cimientos de libertad. Desde que a los 16 a?os su padre le sacara del colegio alem¨¢n en el que estaba matriculado cuando los profesores oficializaron el saludo nazi, la trayectoria vital del autor de La vida, ese par¨¦ntesis ha supuesto una lucha constante contra las dictaduras genocidas del Cono Sur. Superados doce a?os de exilio, las "huidas" de Benedetti son ahora, a sus 78 a?os, un reencuentro con los pa¨ªses y amigos que le acogieron. Esta semana se encuentra en Alicante para dirigir un curso sobre literatura cubana en la universidad que le invisti¨® doctor honoris causa el a?o pasado. Pregunta. ?Qu¨¦ encierran los par¨¦ntesis que acotan su vida? Respuesta. La vida es un par¨¦ntesis entre dos nadas. Yo no soy creyente, yo soy ateo, de modo que para m¨ª antes del nacimiento no hay nada y despu¨¦s de la muerte no hay nada. P. Este curso pretende tender un puente literario entre Espa?a y la isla. ?En qu¨¦ fase se encuentra el di¨¢logo entre la literatura latinoamericana y la espa?ola? R. Est¨¢ mejorando. Hubo un momento en el que hab¨ªa una rec¨ªproca ignorancia, pero ahora muchos narradores latinoamericanos est¨¢n siendo editados en Espa?a y han alcanzado bastante difusi¨®n. Los poetas siempre son la cenicienta de la Literatura, los que menos se conocen, pese a que creo que hay muy buen nivel en la poes¨ªa sudamericana en general. En la actualidad, lo que se est¨¢ empezando a difundir es la obra de algunos novelistas como V¨¢zquez Montalb¨¢n, P¨¦rez Reverte o Mendoza. Pero de los nuevos se conoce muy poco. P. Las universidades de Alicante y Valladolid le nombraron doctor honoris causa el a?o pasado. ?Compensa el reconocimiento acad¨¦mico la ausencia del literario? R. Yo no tengo pretensiones. Lo que pasa es que he figurado entre los candidatos de casi todos los premio -el Cervantes, el Reina Sof¨ªa, el Pr¨ªncipe de Asturias-. Voy a publicar mis candidaturas completas, que deben ser como dos tomos. A m¨ª no me aflige eso, yo no escribo para ser premiado. En Espa?a nunca me van a dar un premio. P. ?Por qu¨¦? R. Seguramente, porque no me lo merezco. P. Volviendo a Cuba, ?qu¨¦ efectos cree que tuvo la revoluci¨®n en la literatura cubana? R. Esto ha sido materia de much¨ªsimos libros porque fue un episodio muy importante para los latinoamericanos. Cuando en Am¨¦rica Latina era una creencia generalizada que no se pod¨ªa hacer nada contra Estados Unidos, sale un pa¨ªs chiquito que se rebela y hasta ahora no han podido derrocar a Fidel a pesar de las 32 tentativas de asesinato que ha organizado la CIA. Si la Revoluci¨®n cubana fuera derrotada hoy, a pesar de que no es la misma que cuando triunf¨®, ser¨ªa una cat¨¢strofe para Am¨¦rica Latina. Con ello no quiero decir que comparta todas las cosas de la revoluci¨®n cubana. Tengo serias objeciones contra la pena de muerte, pero tampoco vamos a rasgarnos las vestiduras porque haya habido tres condenas a muerte en los ¨²ltimos 15 a?os en Cuba, cuando en Estados Unidos hay 3.200 candidatos a la pena de muerte. En relaci¨®n a Cuba, hay una gran hipocres¨ªa a nivel internacional. P. ?La dictadura de Castro es distinta a la que le oblig¨® a exiliarse? R. S¨ª. Es bastante diferente. Castro no ha asesinado a gente. Hubo esas condenas a muerte a comienzos de la Revoluci¨®n y tres m¨¢s en los ¨²ltimos 15 a?os. Con Batista hab¨ªa asesinatos todas las semanas. Y, adem¨¢s, Castro trajo beneficios para el pueblo cubano que ning¨²n otro gobierno hab¨ªa tra¨ªdo en materia de salud o en materia de ense?anza. Era el pa¨ªs con mayor porcentaje de analfabetos y hoy es uno de los que tienen menos. Hay que tener valor para alfabetizar a los pueblos, porque cuando los pueblos se alfabetizan leen y, cuando leen, se enteran. P. ?Qu¨¦ recuerdos le quedan de su largo exilio? R. Estuve exiliado en cuatro pa¨ªses. Primero en Argentina, donde me amenazaron de muerte y me dieron 48 horas para salir. De all¨ª me fui a Per¨², donde estuve s¨®lo seis meses y me encarcelaron, me metieron en un avi¨®n y me devolvieron a Argentina, donde tuve que esconderme todo el tiempo. Despu¨¦s estuve cuatro a?os en Cuba, donde nadie atent¨® contra m¨ª ni me amenaz¨®, pero estaba muy aislado. Me vine a Espa?a y estuve desde el 81 hasta el 95. Pero el exilio tambi¨¦n tiene su cosa positiva. P?enso que de los gobiernos se aprende muy poco, pero de los ciudadanos de a pie se aprende mucho. Yo he dejado muchas amistades en los cuatro exilios y he notado que cuando uno est¨¢ en el exilio siente nostalgia de su pa¨ªs y cuando est¨¢ en su pa¨ªs siente nostalgia del exilio, de esa gente que a uno le ayud¨®. En esa ¨¦poca yo ten¨ªa un llavero al que llamaba el llavero de la solidaridad, donde ten¨ªa siete u ocho llaves de casas de amigos donde yo pod¨ªa entrar a cualquier hora del d¨ªa o de la noche y lo us¨¦ muchas veces. P. ?Qu¨¦ opina un perseguido como usted del proceso que lleva a cabo la Audiencia Nacional para juzgar a los dictadores chilenos y argentinos por las desapariciones de espa?oles durante esas dictaduras? R. Ojal¨¢ que se pueda hacer. Poner otra vez sobre el tapete el problema de los desaparecidos siempre es bueno, porque ellos quieren que olvidemos todo eso. Al Gobierno uruguayo le parece que "eso es tener ojos en la nuca". El rinoceronte es el que siempre mira hacia delante y se estrella y tiene fama de ser el m¨¢s bruto de los animales, pero el b¨²ho, que mira en todas las direcciones, es el s¨ªmbolo de sabidur¨ªa. Tanto Uruguay, como Argentina o Chile, no pueden mirar hacia el futuro mejor si no se saldan cuentas con el pasado. Es importante para la recuperaci¨®n de la memoria.
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