Berlusconi, Cossiga y De Michelis, por la rehabilitaci¨®n de Bettino Craxi

El congreso del Partido Socialista italiano (PS), uno de los grup¨²sculos surgidos de las cenizas del antiguo Partido Socialista de Italia (PSI), sirvi¨® ayer de tribuna a Gianni De Michelis, ex ministro de Asuntos Exteriores socialista, para reclamar la rehabilitaci¨®n del antiguo l¨ªder del partido y ex primer ministro italiano Bettino Craxi, exiliado en T¨²nez desde abril de 1994. A la petici¨®n de De Michelis, se unieron las voces de otros dos simpatizantes de Craxi, el l¨ªder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, y el ex presidente de la Rep¨²blica Francesco Cossiga, fundador de una nueva formaci¨®n centrista, el partido de Uni¨®n Democr¨¢tica para la Rep¨²blica, con el que colabora estrechamente el PS."Me honro en ser su amigo y estoy seguro de que en la balanza de la justicia se colocar¨¢n un d¨ªa las cualidades de Craxi junto a sus defectos y que las cualidades pesar¨¢n m¨¢s", dijo Berlusconi. Cossiga se pronunci¨® en parecidos t¨¦rminos laudatorios hacia la gesti¨®n del ex primer ministro socialista, uno de los principales acusados en el esc¨¢ndalo de Tangent¨®poli, desvelado por un grupo de magistrados de Mil¨¢n -los famosos jueces de Manos Limpias- a partir de 1992. Craxi tiene numerosas cuentas pendientes con la justicia italiana por el cobro de comisiones de empresas p¨²blicas y privadas destinados, en su mayor¨ªa, a la financiaci¨®n ilegal del partido socialista. El propio De Michelis se ha visto envuelto en algunos episodios de Tangentopoli, como de desviaci¨®n de fondos destinados a la cooperaci¨®n con pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo -en concreto fondos destinados a ayudas al desarrollo en Per¨²-, que terminaron en las arcas del partido.

La situaci¨®n de Craxi, cuya mayor condena penal -a ocho a?os de c¨¢rcel- ha sido recientemente anulada por el Tribunal Supremo, es objeto de un seguimiento constante en Italia.