Rusia expulsa a un diplom¨¢tico surcoreano al que sorprendi¨® espiando

Corea del Sur lament¨® ayer la decisi¨®n de Rusia de expulsar a un diplom¨¢tico detenido el s¨¢bado en Mosc¨² acusado de espionaje y amenaz¨® con tomar represalias si despu¨¦s de investigar el asunto se llegaba a la conclusi¨®n de que la medida tomada por el Kremlin era injusta. Pero pr¨¢cticamente no hay dudas de que Cho Sung-woo, que trabajaba como consejero en la Embajada surcoereana de Mosc¨², es un esp¨ªa, ya que fue sorprendido por el contraespionaje ruso con las manos en la masa: los rusos grabaron en v¨ªdeo el momento en que un funcionario del Ministerio de Exteriores le entregaba unos documentos, que resultaron ser secretos.Las historias de esp¨ªas que trabajan bajo cobertura diplom¨¢tica son comunes, pero ¨¦sta no deja de ser picante: resulta que Cho Sung-woo, adem¨¢s de ser consejero de la Embajada, era el representante oficial en Rusia de los servicios de seguridad surcoreanos y en esta calidad ten¨ªa contactos especiales con los servicios secretos rusos, particularmente con el de Seguridad, que, no por casualidad, fue el que organiz¨® su detenci¨®n.

Comentando esta ¨²ltima circunstancia, un portavoz del Servicio Federal de Seguridad ruso (SFS) se?al¨®: "El hecho de que Cho Sung-woo estuviera envuelto en actividades ilegales y de espionaje no s¨®lo contradice las normas diplom¨¢ticas sino indudablemente tambi¨¦n la etiqueta profesional".

Cho Sung-woo neg¨® todo en los primeros minutos de su detenci¨®n, pero despu¨¦s de que le mostraran el v¨ªdeo grabado por el servicio de espionaje y le encontraran documentos secretos consigo prefiri¨® simplemente callar y hacer valer su estatuto diplom¨¢tico. M¨¢s tarde, fue entregado a la Embajada surcoreana y deber¨¢ abandonar Rusia ma?ana, a m¨¢s tardar.

Ampar¨¢ndose en los "intereses de la investigaci¨®n", el SFS se ha negado por el momento a revelar la identidad del ruso que proporcionaba la informaci¨®n confidencial al surcoreano. Aparentemente, el agente ruso de los surcoreanos ocupaba un puesto bastante alto en el Ministerio de Exteriores y, seg¨²n el SFS, entregaba sistem¨¢ticamente datos secretos que da?aban los intereses de Rusia. Acusado de alta traici¨®n, puede ser condenado a una pena que oscila entre los 12 y los 20 a?os de prisi¨®n.