Indiscutible Francia
Nadie duda de la victoria francesa en la semifinal ante Croacia
Francia se prepara para su gran momento. Juega la semifinal frente a Croacia, pero nadie se atreve a dudar del triunfo del equipo local. Desde 1950, en la final Brasil-Uruguay, no se ha producido un pron¨®stico tan un¨¢nime. Pero el f¨²tbol es un juego y en aquel partido de Maracan¨¢ venci¨® Uruguay enfrente de 200.000 estupefactos hinchas brasile?os que enmudecieron tras el definitivo gol de Gigghia. Croacia llega con la etiqueta de v¨ªctima. Es el tapado del Mundial desde el comienzo del torneo. El papel le va estupendamente porque es un equipo que soporta mal la tensi¨®n, pero que sin ella puede sentirse capaz de cualquier cosa.Toda la puesta en escena est¨¢ preparada para el triunfo franc¨¦s esta noche. Desde el sorteo de Marsella hab¨ªa una especie de predestinaci¨®n. Se construy¨® el futurista estadio de Saint Denis con un costo de 60.000 millones de pesetas, y ning¨²n equipo lo ha aprovechado mejor que Francia. El conjunto anfitri¨®n va a jugar hoy su cuarto partido en Saint Denis y si alcanza la final disputar¨¢ un quinto. Una obra a la medida del sue?o de un pa¨ªs.
Los franceses no han alcanzado nunca la final, aunque han dado motivos para lograrlo. En el Mundial de Espa?a actuaron con la excelencia que s¨®lo se espera de los brasile?os, pero Alemania le arrebat¨® el asalto a la final en los penaltis, despu¨¦s de nivelar a base de ¨¦pica el 1-3 con el que hab¨ªan logrado colocarse los franceses, que dibujaron un juego sublime. Su c¨¦lebre l¨ªnea de centrocampistas (Tigana, Platini y Giresse) alcanz¨® proporciones m¨ªticas. Desde entonces, al f¨²tbol franc¨¦s se le mide por aquel rasero, casi imposible de superar.
Pero si Francia juega por la historia, al menos dispone del equipo para conseguirlo. Aunque sus dos ¨²ltimos partidos frente a Paraguay e Italia han sido dur¨ªsimos, con una victoria en la pr¨®rroga y otra en la tanda de penaltis, no se puede olvidar que los franceses fueron los ¨²nicos protagonistas en ambos encuentros. Paraguay se defendi¨® con toda su alma hasta que Blanc vio puerta en el ¨²ltimo suspiro del tiempo a?adido. E Italia, guiado por su endiablado e inevitable estilo conservador, se defendi¨® tambi¨¦n. Francia super¨® a las dos selecciones con la misma autoridad que le falt¨® para concretarla en un amplio n¨²mero de goles. Se habla de Croacia, pero no en los t¨¦rminos de un rival consistente. Es un peligro que acecha al equipo de Aim¨¦ Jacquet. Los croatas practican la clase de juego que se aprovecha de la relajaci¨®n de sus adversarios. Siempre se puede esperar una aparici¨®n por sorpresa de Davor Suker, un tiro de Robert Jarni o un gesto matador de Zvonimir Boban. Pero hasta ahora Francia se ha tomado en serio a todo el mundo. Ha podido tener dificultades contra ¨¦ste o aqu¨¦l, pero nunca le ha faltado car¨¢cter, solidez y decisi¨®n. Es dif¨ªcil pensar que ocurra otra cosa diferente esta noche en Saint Denis, en un estadio enteramente entregado a su equipo, con una naci¨®n detr¨¢s.
El gran problema de Francia hasta el momento ha sido el gol. Su estructura defensiva ha sido impecable (Thuram, Desailly, Blanc y Lizarazu), su medio campo laborioso (con Deschamps a la cabeza) y Zidane ha sido Zidane casi siempre -falt¨® a dos encuentros, por sanci¨®n, y el combinado de Jacquet lo acus¨®-. En cambio, los delanteros no terminan de afinarse. El seleccionador les ha dado pruebas de desconfianza. Comenz¨® con Dugarry, sigui¨® con Guivarc"h, tir¨® del joven Trezeguet y volvi¨® a Guivarc"h frente a Italia. El m¨¢s potable es Trezeguet, aunque todav¨ªa est¨¢ por pulir. Pero la falta de contundencia en el ¨¢rea comienza a ser objeto de demasiados comentarios. El m¨¢ximo goleador del equipo sigue siendo Thierry Henry, con tres, que no juega en punta, sino a la derecha de Zidane. Croacia es un equipo que se defiende muy atr¨¢s, pero que tiene facilidad para tirar contragolpes. La ausencia de Prosinecki frente a Alemania le result¨® muy beneficiosa, en gran medida porque proyect¨® a Boban, protagonista del partido. Su demostraci¨®n frente a los alemanes fue indiscutible. Sin el enredo que supone Prosinecki, los croatas son m¨¢s directos y menos previsibles. En la v¨ªspera del partido permanecen en su papel de tapados. Hablan de su compromiso con un pa¨ªs que acaba de cumplir siete a?os, se ponen en v¨ªctimas y dejan toda la presi¨®n a los franceses, que as¨ª tendr¨¢n que batir a dos adversarios: la exigencia de un pa¨ªs y la calidad de un equipo muy balc¨¢nico, esp¨ªritus libres capaces de cualquier proeza o de cualquier desastre.
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