Thuram salva a Francia
El lateral derecho franc¨¦s marc¨® los dos goles en una decepcionante actuaci¨®n ante Croacia
Thuram salv¨® a Francia de una tragedia. Dos goles del fenomenal defensa derecho disimularon el decepcionante partido de un equipo que se obliga a sufrir demasiado. Sufre porque est¨¢ preso de un sistema que le castiga, o de una alineaci¨®n que limita sus posibilidades. Se impuso a Croacia por pura energ¨ªa, o por el admirable inter¨¦s de Thuram en rehacerse del error que propici¨® el gol de Suker. Pero los franceses anduvieron escas¨ªsimos de f¨²tbol. Una vez m¨¢s.Las cosas como son: Francia juega mal. Es extra?a la dificultad de este equipo para sumar todo su talento y alcanzar la plenitud. Uno a uno nos encontramos con futbolistas indiscutibles. Defensores como Thuram o Desailly, centrocampistas como Deschamps y Zidane, espl¨¦ndidos j¨®venes como Henry y Trezeguet. Pero Francia no funciona, y no lo ha hecho durante la mayor parte del torneo, aunque suene pol¨ªticamente incorrecto. ?C¨®mo se puede poner en cuesti¨®n a este equipo? Bien, el primero que lo cuestiona es el entrenador, un hombre de esos que buscan el equilibrio, concepto que en la mayor¨ªa de las ocasiones significa una declarada inclinaci¨®n defensiva. Al menos ocho de los jugadores franceses son especialistas en la contenci¨®n. ?Sus nombres? Thuram, Desailly, Blanc, Lizarazu, Karembeu, Deschamps y Petit. Si a?adimos el portero, nos encontramos con un equipo m¨¢s preparado para defenderse que para atacar.
Cuando Francia ataca, lo hace de forma deficiente, con los jugadores inadecuados. El primer asunto pasa por su incapacidad para abrir el campo y buscar los lados. Karembeu, Deschamps y Petit son la traslaci¨®n del trivote italiano. Ninguno tiene condiciones para explotar el juego por los costados, que queda pendiente de las largu¨ªsimas incursiones de los laterales Thuram y Lizarazu, con lo predecible que eso significa. Sobre Thuram s¨®lo caben elogios, sobre todo en el aspecto defensivo, aunque su error de colocaci¨®n en el gol de Suker fue espectacular. Un minuto despu¨¦s apret¨® a Boban, le arrebat¨® la pelota y recibi¨® el pase de Djorkaeff que le sirvi¨® para redimir su extra?o fallo. Otra recuperaci¨®n frente a Jarni le sirvi¨® para enganchar un excelente remate con la izquierda y convertirse en el h¨¦roe de la noche. Pero no conviene sacar lecturas oportunistas: Thuram es un jugador de potencia, no de luces, cuando llega por la derecha. Por la izquierda, Lizarazu es uno de los futbolistas m¨¢s sobrevalorados del f¨²tbol europeo. La realidad es que se trata de un jugador menor, limitad¨ªsimo, s¨®lo sostenido por la energ¨ªa.
Si Francia no puede utilizar los dos lados, o lo hace de forma inconveniente, se encuentra con problemas grav¨ªsimos para generar ocasiones. Si su delantero centro es Guivarc"h, el problema se multiplica. De Guivarc"h se dice que juega bien sin pelota, eufemismo que significa que juega mal con la pelota. Pero es que sin el bal¨®n es un hombre profundamente equivocado.
La acumulaci¨®n de defectos conceptuales agrede directamente a las posibilidades de un equipo con excelentes jugadores. Digamos que el entrenador Jacquet tiene una indiscutible responsabilidad en el deficiente dise?o del equipo. Le puede su mentalidad conservadora y una incapacidad absoluta para entrever la necesidad de su equipo. Durante todo el primer tiempo, Francia no alcanz¨® nunca el ¨¢rea de Croacia, una selecci¨®n que lleg¨® dispuesta a defenderse y que termin¨® por pensar en sus posibilidades.
Croacia no jug¨® ni bien ni mal. Vivi¨® seg¨²n las circunstancias del partido. Se defendi¨® sin disimulo al principio, despu¨¦s aprovech¨® levemente el agarrotamiento franc¨¦s, alcanz¨® la ventaja con el gol de Suker, pero no tuvo ni la consistencia, ni la atenci¨®n necesarias para llevarse el partido. Permiti¨® el empate en una ingenuidad de Boban y concedi¨® el segundo tanto en un error de Jarni. Los dos se equivocaron en una zona donde los errores est¨¢n prohibidos. Francia sobrevivi¨® gracias a la fe de Thuram, autor de los dos goles en un partido que cuestion¨® el verdadero cr¨¦dito de Francia. Gan¨® a empujones, con el mismo sufrimiento que en los anteriores encuentros y con un f¨²tbol de vuelo rasante, inferior en todo punto a lo que se espera de un equipo que dispone de magn¨ªficos jugadores en todas sus l¨ªneas, aunque mal repartidos en un sistema que obliga a Francia a esfuerzos demasiado severos.
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