Los "udalekus" implantan la obligaci¨®n de llevar un minucioso diario de cada ni?o

C¨®mo ha dormido, c¨®mo ha comido, si ha hablado euskera o si ha tenido alguna rencilla con un compa?ero. Por las noches, Unai tiene que responder por escrito a ¨¦stas y otras cuestiones sobre cada uno de los diez ni?os que tiene a su cargo en el udaleku (campamento de verano) de Ordu?a. "Es para cubrirnos las espaldas", explicaba ayer este veterano monitor de 22 a?os. Las diputaciones han extremado el control a ra¨ªz del esc¨¢ndalo desatado hace un a?o, cuando unos ni?os fueron castigados a transportar mochilas con piedras.

El antipedag¨®gico castigo, impuesto durante unos d¨ªas en el udaleku de Zeanuri, fue criticado por los responsables pol¨ªticos de de los campamentos. No obstante, la investigaci¨®n concluy¨® que no hab¨ªa base suficiente para imponer sanciones. Se han instalado sendos buzones en los campamentos para garantizar que las cartas de los ni?os sean enviadas. En Zeanuri desaparecieron casi 200. Las Diputaciones tambi¨¦n han abierto la mano a la hora de permitir que los peque?os hablen por tel¨¦fono con sus casas. Hasta hora, el registro de las incidencias cotidianas no exist¨ªa, sino que al final de cada campa?a los monitores elaboraban un informe general. El objetivo de estos minuciosos diarios es, seg¨²n uno de los responsables, tener un registro por si surgiese alguna reclamaci¨®n similar a las del pasado a?o. Otra de las novedades es que en junio, los directores de cada campamento se reunieron con t¨¦cnicos de las respectivas diputaciones para acordar las actividades que van a realizar los menores. Adem¨¢s, una vez concluidas las tandas, los padres recibir¨¢n una encuesta para que den cuenta de c¨®mo les ha ido a sus hijos. Tambi¨¦n es este el primer a?o en que los campamentos han tenido un d¨ªa, ayer, de puertas abiertas para los medios de comunicaci¨®n. Honestidad sobre el idioma Los organizadores han insistido este a?o a los padres que sean muy honestos a la hora de inscribir a sus hijos en base a sus conocimientos de euskera. Y es que alguno de los apuntados en las tandas de euskera no lo hablan, pese a entenderlo. En estos casos, la soluci¨®n suele ser trasladar al peque?o a un campamento biling¨¹e, explicaba una monitora. Ayer, en Zuaza, que esta quincena s¨®lo acoge vascoparlantes, pr¨¢cticamente todos lo utilizaban. En cambio, en Ordu?a el biling¨¹ismo era patente. Los monitores repet¨ªan cada frase en ambos idiomas, mientras el resto hablaba sobre todo castellano. Un total de 5.700 ni?os -casi 100 con necesidades f¨ªsicas o ps¨ªquicas especiales- de entre siete y 13 a?os pasar¨¢n este verano por los 19 campamentos forales que hay en Euskadi. Los responsables de sus andanzas son 600 j¨®venes que han hecho al menos dos cursos de monitor. Las directoras de los ubicados en Ordu?a y la isla de Zuaza (en el embalse alav¨¦s de Ullibarri) explicaron que se organizan tareas para todo el d¨ªa, desde las ocho de la ma?ana, cuando los ni?os abandonan la litera, hasta las once de la noche, hora de regresar al saco de dormir. Escalar, patinar, montar a caballo, navegar a vela, remar en piragua o cocinar trufas eran algunas de las actividades que ayer realizaban el medio millar de chavales repartidos en los campamentos de Ordu?a y Zuaza.