La ardilla roja Es posible encontrarla en la Sierra de Hu¨¦tor, Granada
Hace m¨¢s de 80 a?os que un peque?o pi?¨®n germin¨® y dio lugar a un espl¨¦ndido ejemplar de pino pinaster que hoy se nutre de los suelos de la Sierra de Hu¨¦tor en Granada. Arriba, ¨¢gil y traviesa, se encuentra nuestra protagonista, la ardilla roja -sciurus vulgaris-, saliendo del nido grande y hermoso. La ardilla se atiborra de frutos de los ¨¢rboles en los que vive, con la minuciosidad y rapidez que le caracteriza. Entierra algunos frutos por aqu¨ª y por all¨¢, pero no hace despensa como casi todos creen. Su mala memoria le ayuda poco a localizarlos. Menos mal que de olfato anda mejor y huele las semillas enterradas. A su altura abunda la presencia de aves que conviven con ella. Cada una especializada en su forma de vida y de sustento. El gato mont¨¦s, el hur¨®n y, sobre todo, la comadreja son sus mayores enemigos, ya que nuestra amiga duerme por la noche cuando ellos andan merodeando en busca de una presa.Nidos De h¨¢bitos diurnos, construye varios nidos para refugiarse, aunque uno de ellos es el principal. Con sus manos entreteje las ramas de tal forma que soportan fuertes vientos. Por dentro est¨¢ mullidito a base de hojarasca y musgo. Cabeza y manos Sus penetrantes ojos negros, los pelos alargados de las orejas, la prodigiosa mand¨ªbula y unas manos h¨¢biles como las nuestras pasan en general desapercibidas. La ardilla trabaja a un ritmo desenfrenado para comer, ayud¨¢ndose con sus manos, frutos y semillas. Alimentaci¨®n Tiene una forma muy peculiar de sacar su alimento del caparaz¨®n o pi?a que lo contiene. Para los m¨¢s experimentados, resulta f¨¢cil detectar su presencia observando su caracter¨ªstica forma de abrir una pi?a o la c¨¢scara de una avellana. Patas Las patas traseras le sirven para saltar, impulsarse, sujetarse con fuerza y tambi¨¦n para incorporarse a observar lo que sucede alrededor. En este caso se ayuda de su gran cola. Su agilidad queda demostrada al saltar de rama en rama. La distancia sorprende, pero todav¨ªa m¨¢s su precisi¨®n y soltura.
Texto: Jos¨¦ Ram¨®n Gonz¨¢lez Pan. [PI] Dibujos: Bernardo Lara.
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