Los Alpes, y en tercera semana
Todos miran a Pantani, esperan su ataque en el Galibier y se preguntan por Ullrich
Dos d¨ªas y medio para decidir el Tour. Un l¨ªder, el esperado Ullrich, con menos ventaja de la prevista y con m¨¢s muestras de flaqueza que las deseadas. Un grupo de chuparruedas al l¨ªmite de sus fuerzas (Julich, Jalabert, Boogerd, Leblanc, Hamburger, Escart¨ªn, Nardello, Casero, Beltr¨¢n, Riis...) que, si no en la victoria final, s¨ª creen en el podio. Un hombre, el ¨²nico, que rompe todos los moldes, Pantani, encuentra la partitura que m¨¢s le gusta: los Alpes. La tercera semana del Tour que parec¨ªa que nunca iba a sobrevivir a los esc¨¢ndalos. Men¨² especial.Es un gui¨®n preescrito el que quiere el siguiente decorado subiendo el Galibier, el coloso de hoy (aquel puerto de m¨¢s de 33 kil¨®metros hasta los 2.645 metros, con el a?adido del T¨¦l¨¦graphe, en el que Indur¨¢in organiz¨® la gran escabechina del 94), en un grupo de no m¨¢s de 20. Ir¨¢n algunos Telekom (menos de los necesarios para Ullrich, que ha notado bastante su ausencia en los Pirineos), ir¨¢ Pantani, e ir¨¢n los habituales salvo aquel que sufra del habitual mal d¨ªa. Algunos Mercatone (Conti y as¨ª, tambi¨¦n ausentes en los Pirineos) se habr¨¢n escapado de buena ma?ana: ir¨¢n delante porque Pantani los necesitar¨¢ para atravesar el ¨²ltimo valle antes de los Dos Alpes.
Entonces, a mitad de la subida, El Pirata desplegar¨¢ sus velas y volar¨¢. Quiz¨¢s alg¨²n iluso (?Jim¨¦nez?) intentar¨¢ cogerle la rueda y reventar¨¢ en el ensayo. Ullrich, ya sin telekoms, acelerar¨¢ y su cohorte de 20 se quedar¨¢ en cinco o as¨ª (Escart¨ªn tambi¨¦n), que le ayudar¨¢n relev¨¢ndose en cabeza: juego de alianzas de los defensivos, juego de resistencia de todos. Si pierden poco, enlazar¨¢n con Pantani en el llano. El gran escalador, entonces, reservar¨¢ alguna fuerza para atacar al pie de Dos Alpes (s¨®lo 8,8 kil¨®metros y no muy empinados) y ganar la etapa con alg¨²n segundo o casi un minuto. Y si han perdido bastante, que recen: Pantani, el ganador del Giro, empezar¨¢ a pensar en ganar el Tour. El cataclismo.
Al d¨ªa siguiente, la habitual etapa de la Chartreuse (la misma en que Olano se cay¨® en la Dauphin¨¦ 97, col de Porte) con el a?adido de la Madeleine. Otra prueba de resistencia. M¨¢s, conociendo a los protagonistas del 98. ?O Julich, el americano insolente, estar¨¢ a la altura de sus promesas y se atrever¨¢ a dar un golpe para desestabilizar a Ullrich? Es la tercera semana del Tour. Recuerden la ¨²ltima semana del 97, los sufrimientos del alem¨¢n para superar los Vosgos, o sea, en versi¨®n 98, la tercera etapa alpina, con esos puertos peque?os (Revard) que se hacen gigantes cuando las fuerzas est¨¢n al l¨ªmite. Hay datos que apoyan el gui¨®n. No s¨®lo los Telekom se mostraron d¨¦biles en los Pirineos (incluso hubo un momento de p¨¢nico de Ullrich cuando ni Riis subi¨® a echarle una mano y debi¨® recurrir a los servicios de Piepoli para no sucumbir), sino que en las etapas intermedias han trabajado m¨¢s de la cuenta. Quiz¨¢s por eso, Ullrich dedic¨® ayer casi toda su conferencia de prensa a encomiar el trabajo de su equipo. "Dejadme decir una cosa", dijo sin que se le preguntara, "si gano el Tour eso quiere decir que mi equipo ha sido el dream team, un equipo fort¨ªsimo".
Otro dato: en su vuelo de Alpe d"Huez en el 97, Pantani, que s¨®lo buscaba el triunfo de etapa, le sac¨® 47 segundos a Ullrich. En el Plateau de Beille, un puerto menos exigente, le sac¨® 1 minuto 40 segundos hace una semana. De todas formas, las cuentas del italiano m¨¢gico son de m¨¢s calado. Est¨¢ ahora a 3.01 en la general (la distancia m¨¢s m¨ªnima de su historia en el Tour en v¨ªsperas del ¨²ltimo macizo), pero calcula que necesitar¨¢ sacarle en la monta?a otros siete minutos para afrontar seguro la ¨²ltima contrarreloj.
"Voy a correr seg¨²n mis sensaciones", dijo Pantani, a?adiendo un cent¨ªmetro m¨¢s a su fama de pinocho. "Si veo posibilidades, ataco, pero a¨²n no hemos pensado en la t¨¢ctica. A¨²n no s¨¦ si saldr¨¦ para ganar la etapa o pensando en la general".
Los dem¨¢s, como siempre. "Dormir bien y comer bien es la mejor t¨¢ctica", corre el dicho. Escart¨ªn se ve "m¨¢s cerca que nunca del podio" (est¨¢ a 2.15 del tercero, Jalabert). "Puedo hacerlo mejor que nunca", promete. "Me beneficiar¨ªa un ataque de Pantani si pudiera seguir su ritmo". Julich habla de darlo todo para no arrepentirse jam¨¢s de haber dejado pasar la oportunidad (est¨¢ a 1.11 de Ullrich) y Jalabert sue?a, pero no se pasa. Est¨¢ haciendo el mejor Tour de su vida, pero ahora llegan los puertos de m¨¢s de 2.000 metros, su punto d¨¦bil.
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