Julich, el tejano del coraz¨®n loco
El americano, sorprende segundo en la general, conf¨ªa en atacar con ¨¦xito en Los Alpes y ganar el Tour
Bobby Julich, a sus 27 a?os, es una rareza en el ciclismo: no s¨®lamente porque ha sido de los pocos que ha mantenido en jaque al alem¨¢n Jan Ullrich, el indiscutible l¨ªder, en este Tour sino tambi¨¦n porque es un comunicador nato. S¨®lo hay que hacerle una pregunta: "Bobby, how are you?" ("?C¨®mo est¨¢s, Bobby?") y su respuesta dura media hora. Entrevista hecha, y a casa.
Tiene mucho que contar. Segundo en la general cuando el Tour entra en los Alpes (a 1 minuto 11 segundos de Jan Ullrich), asegura que su condici¨®n es buena. Julich es el ¨²nico americano desde Greg LeMond y Andrew Hampsten capaz de conseguir alg¨²n tipo de ¨¦xito en el Tour de Francia. Empez¨® el Tour como co-l¨ªder en el Cofidis junto a Casagrande. Pero cuando el ciclista italiano se cay¨® en el Aubisque y se fue para casa, el americano se convirti¨® en la ¨²nica estrella del equipo franc¨¦s, en el ¨²nico corredor con aspiraciones.
Dada su posici¨®n de importancia tanto en el equipo como en el Tour sorprende saber ahora que Julich estuvo a punto de abandonar el ciclismo despu¨¦s de que lo rechazaran para la selecci¨®n norteamericana que corri¨® los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992, en Barcelona. Hasta aquel entonces el tejano lo hab¨ªa tenido todo f¨¢cil: ganar la primera carrera que hab¨ªa corrido, entrar en el equipo internacional como junior, empezar con muy buen pie en las carreras profesionales (quinto como amateur en el Tour du Pont, en 1991) y ser el ojito derecho de su entrenador en la selecci¨®n fue coser y cantar. Pero despu¨¦s de una serie de desastres en las pruebas de selecci¨®n en 1992, de repente Julich se encontr¨® en la calle: "Todos mis planes de ir a Barcelona, quedarme en Europa y luego conseguir un contrato profesional se iban al traste. No sab¨ªa que hacer con mi vida".
Sin suerte en los inicios
Al principio se neg¨® a rendirse. Pagando de su bolsillo "y sin apenas un duro" vol¨® a todas partes de Estados Unidos para intentar correr en cualquier carrera. No tuvo demasiado suerte: en el Corestates Classic de 1993, por ejemplo, termin¨® en la posici¨®n 42. Los premios s¨®lo llegaban hasta el 40 clasificado. "Iba escapado con Armstrong y otros cinco y recuerdo que pens¨¦ para m¨ª: "El s¨¦ptimo es el peor puesto que puedo conseguir y eso significa 5.000 d¨®lares. Por fin ha llegado el d¨ªa de la paga". Pero todo sali¨® mal. Y el bueno de Lance ataca y gana la carrera y a nosotros nos coge el pelot¨®n. Y recuerdo que pens¨¦: "Aqu¨ª se termina mi carrera".Con el cr¨¦dito -mental y financiero- acabado, Julich consigui¨® "una depresi¨®n de las buenas". Durante dos meses se dedic¨® a ver telenovelas y a comer. Mucho. Engord¨® diez kilogramos en ocho semanas. Pero en gran parte debido a su novia, ?ngela -"siempre ha sabido empujarme en los momentos dif¨ªciles"-, Julich consigui¨® recuperar la moral. El equipo LA Sheriffs le dio una plaza para el a?o 1994: "Lleno de veteranos que me hablaban de casas y cosas as¨ª... Madur¨¦ much¨ªsimo".
El siguiente paso fue correr en Europa, con el Motorola: "El dinero fue horroroso, pero el contrato me dio la oportunidad de probar en Europa. Necesitaba probarlo". En el segundo a?o, en 1996, hizo buenos trabajos como gregario para Armstrong y consigui¨® buenos resultados en la Vuelta Ciclista a Espa?a (noveno en la clasificaci¨®n general), lo cual le vali¨® un contrato con el Cofidis, su actual equipo.
En 1997, Bobby Julich consigui¨® muy buenos resultados en la tercera semana del Tour de Francia, entrando entre los diez primeros en tres ocasiones. Termin¨® decimos¨¦ptimo en la general. Tambi¨¦n se oper¨® de una enfermedad del coraz¨®n, cardiofibrosis, que hac¨ªa que le latiera a 235 pulsaciones por minuto. Ahora funciona bien, "como todos los dem¨¢s corazones".
Ha llegado a ser un hombre-Tour por un recorrido muy complicado, pero eso tambi¨¦n le ha ayudado a madurar r¨¢pidamente. "Aprendes", dice, "que puedes ser rey un d¨ªa y estar por debajo de las ruedas el siguiente. Pero puedo aguantarlo. Yo sigo con mi programa y no dejo que nada me complique la vida".
?Y su programa para el Tour? Bobby Julich no pone techo a sus aspiraciones. Lo quiere absolutamente todo: "El Tour es mi sue?o, por eso rechac¨¦ una oferta de Telekom el a?o pasado, para no tener que trabajar para Ullrich. Voy a atacar en los Alpes, para ver si consigo ganarlo".
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