Belleza despose¨ªda

Lluvia, sol, palabra, tierra, fuego, aire y mar son los Inmortales. Elementos que para el poeta Vicente Aleixandre evocaron una realidad suprasensible, una realidad que nutri¨® sus versos y que ahora sirve de alimento a 40 j¨®venes pintores. Estos artistas, guiados por otro m¨¢s experimentado que ellos, el pintor Juan Lacomba, han vuelto la cara hacia uno de los grandes poetas espa?oles, Premio Nobel en 1977 y cuyo centenario se celebra, calladamente, este a?o. El punto en el que poes¨ªa y pintura se han dado cita es el taller que, desde el d¨ªa 20 y hasta finales de este mes, imparte Juan Lacomba en la Cartuja de Sevilla, sede del Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo. El taller, Inmortales: Variaciones pl¨¢sticas de una po¨¦tica de lo esencial, es un ejercicio de s¨ªntesis que terminar¨¢, el pr¨®ximo septiembre, en una exposici¨®n de pintura en la Fundaci¨®n Aparejadores de Sevilla, instituci¨®n de la que ha partido la idea. "Los elementos de los que habla el poeta son el fruto de un reduccionismo vital que es paralelo al discurso de las vanguardias", asegura Juan Lacomba (Sevilla, 1954). "Estamos hablando de pintores que fueron capaces de reducir a lo esencial la comunicaci¨®n. Se trata de una vanguardia que comienza en el Renacimiento con Piero della Francesca y que incluye tambi¨¦n a Rembrandt, Matisse o Rothko", dice el artista, que entiende la vanguardia pict¨®rica como un proceso de "desposesi¨®n hasta llegar a lo esencial, a la belleza; como ocurre en la poes¨ªa". El taller, cuyo resultado pr¨¢ctico podr¨¢ verse en la muestra es un homenaje al poeta andaluz. "Aleixandre se ha quedado al margen porque era culto y refinado, no espectacular y populista", asegura Lacomba para justificar el olvido en el que han ca¨ªdo Aleixandre y D¨¢maso Alonso, tambi¨¦n nacido en 1898, en este a?o Lorca.