La ruta del legendario fondill¨®n
Durante el Renacimiento los comerciantes genoveses encontraron en estas tierras alicantinas del interior los caldos que iban a poder sustituir los afamados vinos griegos en sus negocios con centroeuropa. El viajero alem¨¢n Jer¨®nimo M¨¹nzer, en sus cr¨®nicas de finales del siglo XV, contabiliza 26 naves que cargaban vino el dia que visitaba el puerto de Alicante. Su destino estaba marcado por los ambientes cortesanos de Inglaterra, Escocia y Flandes. Precisamente esta ¨²ltima poblaci¨®n fortalec¨ªa el vino del Rhin con los caldos alicantinos. Los libros del gastr¨®nomo Lorenzo Millo incorporan m¨¢s datos a la leyenda del vino alicantino. Es el caso de sus propiedades afrodis¨ªacas, ya que en la ciudad italiana de T¨ªvoli se preparaban ba?os de vino alicantino para que los novios festejaran las v¨ªsperas de su eminente boda. Tambi¨¦n la historia francesa dej¨® constancia de que su rey Luis XIV bebi¨® vino de Alicante en su ¨²ltima cena antes de morir. Este pasado glorioso se reforz¨® cuando en el siglo XVIII los nuevos h¨¢bitos gastron¨®micos pusieron de moda los aguardientes, lo que origin¨® un nuevo relanzamiento del vi?edo alicantino, especialmente de la variedad llamada fondill¨®n, la estrella del mercado vinatero. Con sus 17 grados y un sabor fuerte y rancio, compet¨ªa en los mercados internacionales con los vinos chipriotas y los sicilianos muchos antes de que el espacio de los aperitivos y los postres lo ocupara el vino de Oporto y sus primos hermanos los jereces. La bodega Primitivo Quiles, fundada en 1780 en Mon¨®var, situada a la entrada de la poblaci¨®n, tiene el m¨¦rito de haber conservado viejas soleras del afamado fondill¨®n. Ahora se vende en la doble versi¨®n de cosecha de 1948 al precio de 2.500 pesetas y de oloroso rancio de cosecha centenaria al precio aproximado de 3.400. Son vinos recomendados para el postre, para el final de la comida acompa?ado de queso o para cualquier circunstancia placentera de la jornada. La otra gran bodega de Mon¨®var se llama Salvador Poveda fundada en 1918. A su buen oficio corresponde la pervivencia del fondill¨®n. Esta firma de vinateros cultos, con inquietudes hist¨®ricas y cient¨ªficas, consigui¨® rescatar de la memoria de los viejos las artes de este caldo. Despu¨¦s de descubrir y desempolvar la antiguas barricas obtuvo a partir de 1950 la primera partida. Hasta 1959 no apareci¨® de nuevo para acompa?ar los postres. Se elabora en poco cantidad y s¨®lo el a?o en que la calidad de la uva lo permite. Adem¨¢s se recomienda que en barrica repose al menos 20 a?os. En estas dos bodegas consolidadas, de arraigada tradici¨®n familiar, comienza una ruta vinatera que sigue por las poblaciones de Salinas, Ma?an, Culebr¨®n, Pinoso, Algue?a y La Romana. Las cooperativas de todos estos n¨²cleos urbanos permiten a los turistas confirmar las buenas artes aplicadas a estos vinos legendarios. Pinoso es el segundo municipio alicantino, despu¨¦s de Villena, por espacio dedicado al cultivo de la vid. Los campos de la uva monastrell se extienden ilimitadamente. Cerca de la villa se encuentra el Cerro de la Sal, que esconde enormes bloques de roca de sal gema. Tras inyectar agua a sus entra?as se transforma en salmuera que es enviada por una conducci¨®n especial a las lagunas salineras de Torrevieja. Otra actividad espectacular de este municipio es la extracci¨®n de m¨¢rmol blanco. Pinoso cuenta en su centro urbano con una tradicional torre del Rel¨®j que da el nombre a sus vinos. Es uno de los pocos ejemplares valencianos que conserva la maquinaria tradicional. La firma madrile?a Antonio Canseco lo instal¨® en 1889 por iniciativa municipal.
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