Imanol
JAVIER ELORRIETA Primero fue un disco de distribuci¨®n clandestina y sonido camuflado con el seud¨®nimo de Michel Etxegarai. Pero los cercanos sab¨ªan que era Imanol quien estaba tras los minisurcos. Ya en el exilio sali¨® Askatasunaren pausoak tinkatzen ari, un disco peque?o, un single con una carpeta doble que recog¨ªa las huellas de los pasos que el pincel de Tapies hab¨ªa depositado en el lienzo para insinuar, m¨¢s como est¨ªmulo que como optimismo fundado para creer que la ca¨ªda de la dictadura estaba cercana, que "los pasos de la libertad, se est¨¢n afianzando". De aquella ¨¦poca, tal vez el recuerdo m¨¢s grato que conservo sean algunas sobremesas en Txorikanta, una residencia de Ciboure donde vivi¨® Imanol, en la que le ped¨ªamos que cogiera la guitarra y cantara, y ¨¦l atend¨ªa, sin hacerse rogar. Y nos provocaba una c¨¢lida emoci¨®n el que era, para todos nosotros, la voz m¨¢s portentosa de los cantautores de la ¨¦poca. Cada vez que desde la Margen Izquierda recib¨ªa la visita de amigos y familiares, la posibilidad de compartir con Imanol algunas canciones de sobremesa era, recuerdo, la parte m¨¢s estimulante del programa, porque la emoci¨®n y la grata sorpresa estaban garantizadas. Pues aunque el motivo del afecto estuviera presente y tuviera su peso, est¨¢bamos convencidos que era "el mejor", aunque no fuera el m¨¢s conocido. Cuando ojeo alg¨²n ¨¢lbum de fotos me suele aparecer su alta figura, sosteniendo en pose fotogr¨¢fica un beb¨¦ de meses en brazos. El beb¨¦ tiene ya 27 a?os, y le hace gracia "la pinta" que arrastr¨¢bamos por aquellas fechas y aquellos lares. Los avatares de la vida hicieron que pasaran muchos a?os sin que nos volvi¨¦ramos a ver. Ha realizado, creo, 21 discos, casi todos en euskera. En el a?o 90 hizo uno con textos de Alfonsina Stormi, si bien encaj¨® una canci¨®n de Neruda que no alteraba la unidad del disco. Ahora est¨¢ a punto de salir Ausencias. Lope de Vega, G¨®ngora, Quevedo, Pedro Salinas, una canci¨®n en franc¨¦s de Luis Aragon, etc¨¦tera, la espl¨¦ndida belleza de sus textos ser¨¢n interpretados con la enorme fuerza de la voz de un vasco, guipuzcoano, que se enamor¨® de muchas cosas, pero tal vez sea en Par¨ªs donde haya quedado depositada una gran carga del mucho sentimiento del que es portador. De un sentimiento, que con audacia vitalista de ciudadano libre, me dijo estar dispuesto a seguir paseando y cantando por estos mundos de Dios. Un com¨²n amigo me hac¨ªa part¨ªcipe de una reflexi¨®n que, como paradoja, le comentaba una gran actriz espa?ola, cuando un c¨ªrculo de oprobio, amenazas y burocracia inquisitorial (de esa que algunos no encuentran relaci¨®n con el terrorismo fascista) se cern¨ªa sobre Imanol: "La paradoja es que canta en la lengua que muchos de los que la entienden no le quieren ni ver ni o¨ªr. Y nosotros que le queremos no la entendemos". Ante aquellas amenazas unos cuantos salimos al paso firmando una carta de apoyo y solidaridad, pero no ha sido hasta hace unos d¨ªas que nos hemos reencontrado despu¨¦s de tant¨ªsimos a?os. Tras la comida, dos canciones antiguas a capella salieron poderosas. Una en euskera, la otra en castellano: Es mayo. Sin decirlo creo que me llevaba de la mano de su voz a la Margen Izquierda, como deferencia hacia m¨ª en ese reencuentro. Los pocos que en el bar hab¨ªa quedaron ensimismados. Me pregunt¨® c¨®mo le encontraba la voz y me dijo, ir¨®nico, que nos dol¨ªa nuestro pa¨ªs como nunca. A pesar de una posible resignada madurez, incluso asumiendo la necesaria dosis de eclecticismo del superviviente. Pero, no s¨¦ si tambi¨¦n por autoanimaci¨®n, volv¨ª a sentir que los "pasos de la libertad se est¨¢n afianzando" de aquel primer single. Y con su voz una emoci¨®n renovada me transport¨® desde el presente hacia el recuerdo, al exilio, all¨ª, a Txorikanta, a ese momento en el que se hizo aquella foto con un beb¨¦ en los brazos, que ahora tiene 27 a?os.
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